LAS NUEVAS FORMAS DE LUCHA DEL POST ACUERDO
Hoy en día, con la nueva situación política que se presenta en el país necesitamos desarrollar la política como un arte revolucionario y hacer un enfoque incondicionalmente histórico, de las formas de la actividad revolucionaria. No se trata de inventar las formas de lucha, sino de tener mucha creatividad y audacia en su desarrollo.
La actitud que debemos asumir hacia las nuevas formas de lucha debe reflejar la concepción de la realidad política del país. Los comunistas no debemos menospreciar en lo más mínimo un trabajo permanente y sistemático entre las masas y las nuevas formas de actividad revolucionaria NO armadas, incluso en las condiciones en que la vía armada sea la principal. El partido debe apuntar a que en este nuevo congreso las tesis marxistas –leninistas se innoven creadoramente en las condiciones que imponga la realidad. Es una lucha paciente y diaria, en todas sus manifestaciones, la que de a las masas la conciencia de su fuerza, de acuerdo las contradicciones sociales que en el caso colombiano se encuentran en proceso de constante movimiento y desarrollo.
Dice Lenin, que todo movimiento popular adquiere formas infinitamente diversas, elabora sin cesar nuevas formas y abandona las viejas, creando variaciones o nuevas combinaciones de las formas viejas y nuevas. Y es deber nuestro participar de manera activa en este proceso de elaboración de métodos y medios de lucha.
El partido no debe abandonar todas las formas de lucha revolucionaria para poder pasar rápidamente, en caso de necesidad de otra. Las formas de lucha se condicionan por la necesidad histórica, y la tarea de los revolucionarios es comprender con acierto esta necesidad.
Las tesis de abril, para construir partido para la paz y la perspectiva democrática-popular; nos plantea grandes interrogantes; ¿Es imposible en el siglo XXI, construir seriamente un partido que no aspire a la toma del poder político? , la pregunta no nace de la simple curiosidad histórica: después de 60 años de lucha armada todo ese acumulado histórico nos puede ayudar a construir un partido con un funcionamiento real dada la madurez de la experiencia de la lucha revolucionaria. La mayor parte de ese acumulado histórico es la labor de los comunistas que han elaborado una doctrina política para la toma del poder. Desde luego que el partido ha sufrido una profunda influencia de corrientes revisionistas que han desorientado el objetivo fundamental.
Ahora bien ¿qué tipo de partido es el que aspiramos a construir con las tesis de abril y las del congreso del PCC? ¿El partido comunista conservando los rasgos del marxismo –Leninismo tiene otra historia fuera de ese modelo de 1917? Una vez más hay que comprobar la influencia de la génesis de un partido sobre su estructura definitiva. Es decir el PCC justifica su desdoblamiento por la posibilidad de recobrar rápidamente la estructura de grupo secreto si las persecuciones y represión paramilitar nos obligan a hacerlo. Ahí está planteado el debate! .
¿Vamos a construir un Nuevo Partido con una estrategia de conjunto con los comunistas dirigido a la toma completa del poder político por la vía de la lucha electoral? ¿Vamos a entrar en la lucha parlamentaria de lleno? ¿O vamos a hacer un análisis riguroso sobre la realidad concreta para seguir desarrollando científicamente nuevas formas de lucha diferentes a la armada?.
La estructura del nuevo partido se debe fundar en construir una perspectiva democrática popular, debe pasar por la experiencia de nuevas formas de lucha popular y civil, debe ser un partido con paredes de cristal, debe ser un partido de combate popular y callejero, para no caer en el mero parlamentarismo burgués, ese nuevo partido debe tener una armazón horizontal, profundamente democrática, con conciencia de partido para la toma del poder y por reformas inmediatamente eficaces para una transformación total de la sociedad Colombiana.
En Colombia los grandes partidos conservador y liberal se han hecho poderosos capaces de ocupar el poder camuflándose en diferentes movimientos y alianzas históricamente; nuestra propuesta debe ser más avanzada para edificar sobre bases firmes un nuevo partido capaz de disputarles el poder con la más amplia unidad de diferentes sectores que logren la implementación de los acuerdos de paz de la Habana –Cuba.
¿Vamos a crear un nuevo partido a punta de células? Cuál es la base de la nueva estructura partidaria? ¿Y más aun quiénes serán sus miembros? ¿Solo los comunistas? ¿Los Farianos? ¿Ese será el nuevo partido? No absolutamente no, serán miembros del nuevo partido, militantes del nuevo partido todos los ciudadanos que estén por la paz con justicia social y sus miembros y militantes tendrán como fin la toma del poder político y la conservación para que el partido no pierda su estructura popular y democrática.
Nos hemos preguntado a caso cuál es la dirección que necesita el nuevo partido?, Como vamos a seleccionar nuestros dirigentes? Cuáles serán los jefes reales? Desde luego será una selección democrática, serán jefes y líderes sociales con arraigo popular que constituyan una comunidad poderosa y lo bastante homogénea como para conducir a la unidad a todos los elementos que lo compongan para combatir a un adversario también poderoso que abra que arrebatarle el poder político mediante la acción popular en la lucha electoral.
Es decir, nuestro nuevo partido debe ser anti oligárquico, los jefes deben ser designados por todos los miembros y militantes, no deben ser cooptados o nombrados por el centro, no deben constituirse en una clase dirigente aislada de los militantes o una casta burocrática, cerrada sobre sí misma, el partido no puede estar dirigido por los que sean designados congresistas, hay que ir más lejos y que se permita la libertad de acción de las bases y desarrollar la posibilidad de influencia en lo local, regional, ser creativos en el espíritu crítico, que sus votantes actúen también en la elaboración de la línea política y no solamente que sean máquinas de votar en los periodos electorales, tenemos que entrar en la escena de vivir realmente en democracia.
Sera un nuevo partido, con sistema considerado lo más amplio posible de unidad de alianzas, que avance hacia un régimen democrático, a un gobierno por ahora de transición de paz observando las realidades de América latina.