YASUNIDOS, boletín de prensa
El día de ayer 11 de julio del 2019 más de 1000 personas nos dimos cita fuera de las oficinas del
Consejo Nacional Electoral en la ciudad Quito para hacer escuchar nuestras voces de repudio ante
la negativa de tratar el pedido de consulta popular en el pleno del CNE, y finalmente llevarlo a la
Corte Constitucional para que se dé paso a la consulta. Esta consulta popular es una deuda
pendiente del Estado ecuatoriano con la ciudadanía que en el año 2014 convocada por el Colectivo
Yasunidos a nivel nacional y en distintas latitudes del mundo recogimos 756 .623 firmas que
respaldaron este pedido.
Nos indigna que pese a que se ha demostrado que el proceso de anulación de la Consulta popular
convocada por Yasunidos fue fraudulenta y dos instancias del Estado: Consejo de Participación
Ciudadana y Control Social- transitorio y la Defensoría del pueblo hayan expresado la necesidad de
reparar los derechos de participación ciudadana y convocar a esta consulta, el CNE el día de ayer
haya bloqueado este proceso. Nos indigna y sorprende aún más cuando la Presidenta de esta
Institución la señora Diana Atamint se “abstuvo” sabiendo que su voto era decisivo para dar paso a
este proceso.
Le recordamos a la señora Atamaint que su negativa tiene graves consecuencias para sus
hermanos amazónicos que defienden localmente sus territorios de la expansión de las fronteras
extractivas y que esta decisión condena a muerte a los Pueblos en Aislamiento Voluntario. Nos
preguntamos a qué tipo de interés y presiones responde esta actitud que calificamos como una
traición.
Traición a sus hermanos amazónicos, traición a la sociedad ecuatoriana que espera que sus
derechos de participación política sean respetados y reparados, y traición a su propia palabra
luego de que hace dos días ante una gran audiencia en el canal del medio digital de La Posta,
declaró que apoyaría el pedido de consulta de YASunidos.
Ante esta situación convocamos a la sociedad civil organizada e individual a manifestarse en
contra de la perpetuación del etnocidio y ecocidio en el Yasuní, y le avisamos al Estado y todas sus
instituciones que no vamos a descansar ni a parar en esta lucha que es por la vida de los pueblos,
los derechos de la naturaleza y de la sociedad en general de vivir en un ambiente sano y
ecológicamente equilibrado.