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Héctor Llaitul, vocero de la CAM: «Si nos definimos como mapuches autonomistas y anticapitalistas, n


Estuvimos conversando con Héctor Llaitul, emblemático líder mapuche vinculado a los sectores autonomistas del movimiento mapuche, quien se dio el tiempo para hablar sobre violencia política en Wallmapu y sobre CHEM KA RAKIDUAM el libro donde la CAM sistematiza sus experiencias políticas a dos décadas de su nacimiento. Nos lo topamos en un acto de apoyo a la República Bolivariana de Venezuela realizado en la embajada de este país en Santiago, por lo que aprovechamos de profundizar en las posiciones de la CAM sobre el conflicto que atraviesa nuestro continente.

Chem Ka Rakiduam

-¿De qué trata el libro Chem Ka Rakiduam?

Inicialmente, la idea era hacer una compilación de una serie de artículos que hemos ido elaborando en el tiempo sobre el pensamiento y práctica de la CAM. El libro está dividido en dos partes, pensamiento y acción. Por un lado, está lo que son nuestros planteamientos teóricos o paradigmáticos, digamos, de la lucha mapuchista. Está la propuesta política nuestra; el proyecto político-estratégico de la CAM, y todos sus contenidos y alcances en distintos periodos, incluso, de lo que nos ha tocado en estas dos décadas ya de lucha. Y enseguida, hay una parte que tiene que ver con la práctica política, que es lo que nosotros hemos denominado líneas de acción de nuestra organización. Contiene relatos inéditos sobre acciones político-militares desarrolladas en estas dos décadas.

Más allá de la experiencia con el control territorial, conocidas en base a las recuperaciones de tierras y de las actividades productivas mediante las que nos vamos reapropiando de los espacios para reincorporarnos al mundo mapuche; el libro contiene testimonios sobre la lucha contra las faenas forestales, es en definitiva el combate en el territorio contra el extractivismo. Y en ese contexto nos hacemos cargo de la violencia política. Ejercemos, ciertamente, acciones directas; principalmente, acciones contra el capital y contra el empresariado comprometido en zona de conflicto. Hay entonces, una serie de relatos que están precisamente, contados por sus propios protagonistas, que son Weichafe o guerreros mapuche. Nunca antes se había relatado este tipo de experiencias al menos desde el Movimiento Mapuche Autonomista.

-En el libro “Weichan, conversaciones con un Weichafe”, se relata el carácter espontáneo de la quema de camiones que dio origen al levantamiento de Lumaco en 1997 y que surge en parte como reacción al carácter racista de las fuerzas de ocupación forestales. ¿Qué continuidad existe entre dichos relatos y los contenidos en Chem Kam Rakiduam?

Weichan, es un concepto que podría asemejarse al concepto de guerra. Pero para los mapuches, entendido como concepto plural, amplio, tiene que ver con convocar, autoconvocarse para defender lo propio. En el libro que se encuentra pronto a ser lanzado queremos dar cuenta de alguna manera de los alcances que ha tenido la lucha mapuche en el último tiempo.

Porque ciertamente, cuando surge la CAM con esa acción de la quema de camiones y la lucha frontal en contra de las forestales, ahí se expresa claramente el sentido que tenían las acciones, y cómo se desarrollaban en su momento, y que tiene mucho que ver con el dolor, con la rabia, el agravio con el que cargamos los mapuche. Por el racismo, por la discriminación, por la negación, por el olvido, la pobreza, la miseria. Entonces, obviamente las acciones de Lumaco grafican así espontáneamente lo que significó para nosotros ser tratado de esa forma. Y por lo tanto, la acción surge como algo muy espontáneo, muy de adentro, muy de piel, muy del cuerpo, muy del alma.

A su vez 10 años después, muere Matías Catrileo y su muerte significó un salto cualitativo en algunos aspectos de cómo se viene desarrollando esta confrontación. Fue ahí que tomamos la decisión de ya no más entrar de forma espontánea a un predio a modo de montoneras y que teníamos que entrar a especializar a los grupos organizados, para confrontar al enemigo que también es organizado y directo. Y ahí, surgen los que se conocen hoy como los Órganos de Resistencia Territorial (ORT), que son precisamente estas instancias orgánicas, que se encargan de aplicar el método de la violencia política. Es con el asesinato de Matías Catrileo, que se toman los discursos, se toman nombres y empieza la discusión sobre en qué ámbitos se van a mover, y cuáles van a ser sus campos de acción. Bueno, y han pasado 20 años.

Y hoy día, el conflicto mapuche es una realidad, gracias a las expresiones de las ORT mapuche e inclusive más allá de la CAM como propuesta política es el pueblo mapuche en un acto de insubordinación el que se va expresando, reforzado con las acciones espectaculares de las ORT. Las ORT, han constituido un sujeto político en el Wallmapu. Y los diversos ORT, se han ido masificando, cualitativa y cuantitativamente a través de su expresión que es de resistencia, las cuales están muy arraigados en el mundo mapuche, en las comunidades, y en el pueblo mapuche en general y no solo por su efectividad operativa con los sabotajes, sino porque son eminentemente simbólicas y culturales.

-¿Cómo se aborda en el libro la figura del Weichafe y de los ORT?

Lo primero que debemos decir es que el weichan ya está instalado, y que dentro del weichan, el Weichafe ha cobrado notoriedad, porque se ha transformado en un actor político. Más allá, incluso, de otros personajes, u otros símbolos. Por lo tanto, no podemos sustraernos a esta realidad, de que el Weichafe, y la reposición del weichan, ha significado un salto cualitativo en la lucha mapuche. O sea, si hoy día los gremios, si hoy día las forestales, o el empresariado comprometido en zona de conflicto, ha solicitado una especie de tregua a la CAM y a otras organizaciones en resistencia, es por la acción de los ORT.

Es por la acción de sabotaje, que se han venido desarrollando permanentemente, y que les ha impedido tener un desarrollo respecto de su forma de industrializar el extractivismo en una zona de conflicto. Por lo tanto, hay aquí un más allá de las experiencias de control territorial, ahí hay un punto de inflexión que tiene que ver con el conflicto en sí hoy día. Y si hay, está entre comillas “obsesión” de los detentores del poder, por perseguir y desmantelar a la CAM, que de alguna manera también obliga a que negocie y trance, tiene que ver con las expresiones de resistencia que se dan en este sentido.

Lo central aquí, es que la importancia del libro radica en situar en su justo momento la situación política de Wallmapu, contextualizadas en su momento histórico. Las expresiones de lucha, hoy en día tal cual se están dando, hay acciones muy fuertes, y acciones, que implican la presencia de grupos organizados y armados mapuche, y esto no podría quedar fuera del registro histórico. Es una realidad, y hay que dar cuenta de aquello, y esto debe hacerse con responsabilidad y altura de miras. Como organización, nosotros vamos a visibilizar sus alcances y sus contenidos, más allá de su reivindicación puntual. Y también, tiene que ver con que la prensa, la historiografía, o los distintos especialistas que se hacen cargo del conflicto mapuche, no deben dejar de lado, la presencia de distintos órganos de resistencia que están hoy día operando, y que son parte de la lucha política que lleva el pueblo-nación mapuche. Por lo tanto, eso es lo que queremos representar en la propuesta, en el libro, y con la idea de generar una discusión, porque nosotros no tenemos ningún reparo ni de que avergonzarnos, dar cuenta de que el pueblo mapuche tiene todo el derecho a la rebelión, el legítimo derecho a la resistencia. El pueblo mapuche, tiene el legítimo derecho a contar con su fuerza militar. Así como fue en antaño y precisamente, lo que le permitió ser conocido en el mundo como un pueblo independiente, soberano y heredar lo que hoy día nosotros somos, un Pueblo Nación originario. Nosotros no existiríamos si no hubiesen existido los militares mapuche, nuestros, futakeche kuifi pu Weichafe, para todo lo que fue la defensa de los territorios.

-¿Qué rol la otorga la CAM a la violencia política en la actualidad?

Somos un pueblo ocupado, despojado, expoliado territorialmente y de todos sus recursos. Por lo tanto, nuestro diagnóstico es que en ese contexto seguimos viviendo bajo un sistema de opresión, con un sistema y un régimen de ocupación de tipo colonial. Por lo tanto, existe una respuesta casi natural frente a ese tipo de violencia, que es de tipo estructural y de tipo simbólica, que es discursiva, y también de tipo fáctica y militar. De hecho, en el actual escenario, a raíz del alza que ha tenido la movilización mapuche, en pos de sus derechos, principalmente históricos, de territorio, de autonomía, la respuesta del Estado ha sido de mayor violencia. Se ha definido al pueblo mapuche como un enemigo interno, a quien hay que combatir de forma político-militar.

A su vez la arremetida del capital en su forma estructural, también es violenta, toda vez que continúa con la expoliación y depredación de los territorios ancestrales. Y esto, no tiene un freno por la vía o por los mecanismos institucionalizados, o los mecanismos estatales correspondientes. Por lo tanto, la respuesta y la solución pasa por hacer frente, a través de la acción directa a este tipo de agresiones y de arremetidas. Entonces nos hacemos cargo del momento histórico y hacemos definiciones que dice relación con ejercer, no sólo en el ámbito de la reconstrucción nacional, también en el ámbito de la resistencia, acciones concretas. Son acciones que contribuyen, y son parte del proceso de acumulación de fuerza que ha definido el movimiento mapuche autonomista también. Y esto, deja muy en claro que nosotros no somos los únicos que ejercemos este accionar. O sea, no somos los únicos que nos hacemos cargo de ejercer violencia, política, para la consecución de nuestros objetivos. A la CAM se le conoce por ser parte del Movimiento de Recuperación Territorial y Política, se le conoce por ser, por estar detrás de las acciones directas, principalmente, de acciones incendiarias que tienen el carácter de sabotaje, pero también, se le está conociendo a la CAM, por ser una de las expresiones autonomistas, que está levantando una propuesta de liberación nacional mapuche, elemento central de todo nuestro quehacer y nuestra teoría como organización.

Agresión imperial y Wallmapu

-Te queríamos preguntar sobre la escalada de violencia a escala regional. Vemos, que hay un gran conflicto global entre Estados Unidos y China y sus aliados, un retroceso de Estados Unidos en Medio Oriente y un vuelco y profundización de la política imperialista hacia Latinoamérica. ¿Cómo crees tú que la situación de violencia que existe en el Wallmapu ocupado, se altera, se profundiza o se mantiene, a partir de este giro de la política norteamericana?

La situación actual del capitalismo en el mundo, creemos dice relación al menos en esta parte, con lo que se conoce como la ocupación por desposesión de los territorios. Porque una vez, ya ocupados mayoritariamente, toda la territorialidad para la explotación indiscriminada de los recursos, aún se persisten con nuevos megaproyectos. Principalmente, en lo que respecta a monocultivos, centrales hidroeléctricas, mineras, que arremeten contra comunidades y otros colectivos. Y esto, ha ido agudizando la contradicción en el último periodo. De hecho, el conflicto mapuche empieza a reflotar con la presencia de las centrales hidroeléctricas en el Alto Bío Bío. Y también hace crisis con la política extractivista de los monocultivos y la industria forestal. Hoy en día existe un estado de beligerancia entre el Estado chileno, el Estado argentino frente a la nación mapuche, que se explica porque el sistema capitalista a nivel global y a nivel local, están en una etapa de reconversión, que ha agudizado las contradicciones.

Estas políticas van en la dirección de mayor represión, criminalización, y militarización contra el movimiento mapuche, sobre todo del Movimiento Mapuche Autonomista y de aquellos, que nos definimos bajo definiciones anticapitalistas. Esta agudización de contradicciones, ciertamente lleva a un escenario de confrontación, de guerra de baja intensidad en contra del movimiento mapuche organizado, y que plantea perspectivas de transformación. Por lo tanto, el orden de los acontecimientos lo va a ir indicando la economía, a nivel global. Estos tratados, estos grandes esquemas comerciales, van condicionando a los gobiernos en el Cono Sur, para una arremetida no sólo en el Wallmapu, sino que en el conjunto de lo que es la región para la apropiación aún más intensa de los recursos que se ambicionan de parte de corporaciones trasnacionales. Esta realidad ha significado ciertamente, una derechización de un tipo de gobernanza en la región. Ahora, esto significa un desafío para los movimientos revolucionarios en general, y para el pueblo mapuche, que tiene en sus expresiones más comprometidas con las causas de transformación autonomista, revolucionaria y anticapitalista, como se plantea desde la CAM.

En este contexto prevemos un escenario de mayor confrontación, donde la militarización está instalada, y los procesos de persecución y criminalización están en marcha. Eso, explica los mecanismos que siempre se han utilizado, y que contravienen normativas internacionales respecto a Derechos Humanos, como la aplicación de la Ley Antiterrorista, los montajes como el Caso Huracán, y otros que van graficando el compromiso del Estado, para salvaguardar los intereses de los poderosos. En este contexto, el movimiento mapuche autonomista, y principalmente, el movimiento mapuche revolucionario, hacemos esfuerzos por dotarnos de un mayor anticapitalismo en nuestras definiciones, y de cómo esto se expresa en la lucha por la autonomía. Con el libro queremos dar cuenta de aquello. O sea, exponer básicamente cuáles son nuestras posiciones en el escenario actual. En el corto y mediano plazo, para una lucha de tipo territorial y autonómica. Entonces obviamente estamos muy atentos al devenir de los esquemas a nivel de la intromisión del imperialismo norteamericano, con sus propuestas económicas en el Cono Sur. Y ciertamente, ahí hay una posición al respecto, si nos definimos como mapuches autonomistas y anticapitalistas, necesariamente hay una opción por el antiimperialismo. Y por eso, acompañamos todas esas luchas; acompañamos la lucha del pueblo venezolano que resiste frente a la intromisión, a la injerencia, y también respecto a todos los sectores que se sienten representados por luchas justas, por la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

La CAM y el Estado

-¿Qué relación pretende la CAM construir con el Estado?

Nosotros reivindicamos el concepto de nación, que es un concepto anterior a la formación y a la creación de esta idea de Estado. El pueblo mapuche, hay que entenderlo dentro de esta concepción de pueblo-nación. Para nosotros, hoy día lo central es la reconstrucción de la nación mapuche. Y eso pasa, con el rompimiento con las estructuras de dominación. Ahora, cuando nos plantean ser parte del Estado, ciertamente desde la CAM o desde los sectores más comprometidos con la autonomía revolucionaria, no es parte de nuestra propuesta, aunque este sea definido como un Estado plurinacional. Pero hay aquí un proceso en marcha, que en su momento tendrá que ser bien definido y redefinido, respecto de los alcances de nuestra propuesta política, de cómo se va a dar la reconstrucción de nuestra nación. En el pasado la nación mapuche mantuvo un tipo de soberanía con independencia, con autonomía. Por lo tanto, lo que nosotros planteamos es la construcción o liberación nacional, si eso significa, que en algún momento planteemos la independencia de la nación mapuche, lo vamos a hacer. Pero para eso, falta todavía una correlación de fuerzas necesaria. Nosotros, no estamos planteando ser parte del Estado chileno.

Hay propuestas, que tienen que ver con la inclusión, con la integración, estas las consideramos un derrotero para la casa mapuche. Otras propuestas, que tienen que ver con un tipo de autonomía regionalista o federativa, y a su vez ser parte del Estado. Hay también un planteamiento de plurinacionalidad, pero que también es de integración y subordinación En el fondo nuestro proyecto político, es la reconstrucción de la nación mapuche. Y eso implica, todo lo que hemos ya dicho respecto de autonomía que es, independencia política, orgánica, ideológica, cultural; la construcción de un pensamiento propio, una propuesta política mapuchista. Y es por eso, que nuestra lucha principal hoy es de tipo territorial, como elemento necesario para la autonomía, y lo que hacemos es desde ya, desarrollar la autonomía en los hechos, de facto, confrontando con el Estado, confrontando con la institucionalidad opresora, y por eso también, esta idea fuerza de la acción directa como elemento central en nuestra práctica política porque esto nos va a llevar a un tipo de autonomía revolucionaria, que ciertamente va a confrontar con el poder.

La CAM y las izquierdas

-¿Cómo la CAM concibe el marco de alianzas entre los sectores mapuches autonomistas y el campo de las izquierdas anticapitalistas en Chile?

Bueno hay que conversar, hay que debatir y discutir mucho todavía, acercar posiciones. Como organización hemos participado de algunos debates que se dan en general y otros que resultan más específicos cuando se nos invitan, en los que se plantea como hacer una alianza del pueblo Nación Mapuche con las izquierdas. Ciertamente nuestra propuesta no tiene un horizonte hacia el socialismo visto desde el prisma de la izquierda clásica. Nuestra propuesta es de la reconstrucción Nacional del Pueblo Mapuche.

Aquí hay mucho que discutir al respecto por eso no es llegar y avanzar en acuerdos y definiciones solo por estar en una condición de oprimidos. Hay definiciones que tienen que ver con el anticapitalismo otras que tienen que ver con reconstrucción y las autonomías, y de las cuales podemos converger en algún sentido. Pero por ahora sostenemos que los procesos debieran tener sus propios cursos, y nosotros generando una fuerza propia mapuche. Y en algún momento la convergencia se va a dar también en un orden-estratégico porque el enemigo es común y tiene que ver con el Estado capitalista y el sistema de dominación, es la oligarquía histórica que es el pilar fundamental dentro de lo que es la dominación y es la que nos tiene en un estado de injusticia no solo al Pueblo nación mapuche, sino que también a diversos sectores de la sociedad chilena, tanto del campo popular como de los oprimidos en general.

Nosotros no tenemos una propuestas de alianzas por ahora ya que estas y sus tácticas deben basarse en una mayor comprensión respecto de lo que es la lucha emancipatoria mapuche. Todavía hay mucho camino que recorrer en ese sentido. Para la CAM no es antojadizo plantearnos la reconstrucción nacional desde la manera en como lo hacemos es decir de forma autonomista revolucionaria pero por sobre todo mapuchista que es lo más complejo en la comprensión de los no mapuche y del mundo de la izquierda. Lo mapuchista tiene que ver con esta dimensión de la causa que implica la reconstrucción de nuestro mundo y es desde un ámbito de la espiritualidad de una religiosidad propia de elementos idiosincrático y cosmovisionario que nos han pertenecido desde siempre y que al parecer le hacen contrasentido a esta mirada de tipo estructuralista que tiene la izquierda tradicional. Pero desde esta visión, en que concebimos la relación hombre-tierra, como sagrada, hacemos un llamado al entendimiento de las diversas expresiones ideológicas en torno a la defensa de la Mapu y sus recursos y a la reconstrucción de un tipo de sociedad basado en la justicia social y que por lo tanto hay que iniciar un debate necesario con la izquierda revolucionaria para lograr procesos de convergencia en la lucha de los pueblos por la autodeterminación. Esperamos que el libro Chem Ka Rakiduam ayude a profundizar esa comprensión y este debate con las izquierdas anticapitalistas.

Por ahora con el Feyentun mapuche decimos Weuwaiñ.

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