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PAÑUELOS VERDES // Forzadas a parir de sus agresores


Hace más de cien años el laicismo, personificado en Eloy Alfaro, fue asesinado por una turba que reclamaba la in-disolución de la fe y el Estado. Ese hecho histórico representa la fallida secularización de la política, que en la actualidad se impone incluso sobre los derechos.

Tal es el caso de lo acontecido con las reformas al Código Penal, la negación de la despenalización del aborto por violación es una imposición del catecismo espiritual de algunos legisladores, del lobby de las iglesias y de las presiones de líderes conservadores-fascistas.

Esa decisión de la Asamblea Nacional refleja la voluntad del Estado capitalista, su naturaleza represiva e injusta, su esencia machista y patriarcal, su carácter dictatorial de imponerse a través de la fe y la represión por sobre las mujeres que son violadas.

Al obligarlas a parir, al penalizar el aborto, el Estado acaba de reafirmar la concepción misógina del rol meramente reproductivo asignado a la mujer, pero además desempolva el mito medieval de lo femenino ligado al pecado, la sumisión y la servidumbre.

Las clases de moral oscurantista y las amenazas de cárcel, o infierno, no serán suficientes para que las agredidas dejen de abortar.

Diferenciadamente, las mujeres pobres lo seguirán haciendo aunque su libertad esté en riesgo, incluso aunque sus vidas corran peligro, por acudir a lugares clandestinos sin garantías de salubridad, mientras las mujeres adineradas abortarán en clínicas privadas o en el extranjero. Al fin y al cabo, no habrá ley suficiente para forzar la maternidad, ni poder que evangelice los úteros de las víctimas.

Lo destacable de esta polémica es la lucha del movimiento de mujeres, las feministas ecuatorianas que, al igual a sus pares en el mundo, usaron pañuelos verdes para exigir la despenalización del aborto. Ellas lograron visibilizar la violencia sexista y entrelazar sus reivindicaciones legítimas con la necesidad de democratizar el país.

Queda por vencer al conservadurismo, pues el santo del patíbulo quiere resucitar para dirimir los asuntos públicos. Urge un movimiento que secularice el Estado y la sociedad, para garantizar los derechos humanos y los de la naturaleza.

Email: fcoescandog@gmail.com

fescandonguevara@yahoo.com

Blog: fescandonguevara.wordpress.com

Twitter: @PanchoEscandon

Facebook: https://www.facebook.com/francisco.escandonguevara

Forzadas a parir de sus agresores

Renata Cabrales @renatarelata / semanario VOZ

En toda América Latina, donde los derechos de las mujeres son más vulnerados debido a la cultura patriarcal y al machismo de los países que tienen restricciones para el aborto, solo nueve lo permiten en caso de violencia sexual, entre estos se encuentra Colombia. En otros ocho países se encuentra totalmente prohibido, como es el caso de Ecuador.

La Asamblea Nacional del vecino país introdujo una serie de reformas a su Código Integral Penal, COIP, aunque la propuesta de despenalizar el aborto en casos de violación estaba incluida, no tuvo suficientes votos.

La sesión de la Asamblea se instaló la noche del martes 17 de septiembre, con 130 asambleístas. Al final de esta hubo 65 votos a favor de la despenalización, 59 en contra y seis abstenciones. Abortar después de haber sido víctima de violación seguirá siendo considerado delito en el país de la libertaria Manuela Sáenz.

El aborto es legal en este país en vía de desarrollo cuando se encuentra en riesgo la vida o la salud de la gestante, o cuando una mujer con discapacidad mental queda embarazada como consecuencia de una violación.

La asambleísta Marcela Aguiñaga quien estaba a favor de la despenalización del aborto, dijo ante los medios de comunicación, que “la lucha continúa por las miles de mujeres que han sido obligadas a parir de sus agresores, por las que han fallecido en la clandestinidad y por las que aún no nos rendimos”.

La propuesta planteada en la Asamblea Nacional ampliaba las causales para los casos de aborto no punible en caso de: violación y violación incestuosa, inseminación artificial no consentida y si el embrión padece una patología congénita incompatible con la vida extrauterina. En el primer caso, era necesario que el tiempo de embarazo no supere las 14 semanas y no se requería una sentencia o resolución judicial.

Denuncias por aborto y casos de violencia sexual

Entre 2015 y julio de 2019, según cifras de la Fiscalía General del Estado, se han recibido 320 denuncias penales por aborto consentido a nivel nacional, y se han iniciado 143 investigaciones previas por esta causa. 26 mujeres recibieron sentencias condenatorias por abortar. Además, en el país se registran en promedio 38 denuncias diarias por violaciones sexuales.

Entre enero y agosto de este año la Fiscalía recibió 9.158 casos. Según las cifras de nacidos vivos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC, alrededor de 2.200 niñas menores de 14 años dan a luz cada año en Ecuador. Niñas que han sido todas víctimas de violación, pues no llegan a la edad legal de consentimiento.

Por otra parte, de acuerdo al Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Ecuador registra la tasa de embarazo adolescente más alta de Latinoamérica.

Muchos países han avanzado en el tema de la despenalización y legalización del aborto en ciertos casos, pues en los últimos 25 años, por lo menos 50 países han creado leyes a favor de las mujeres en cuanto al tema en disputa. Pero, asimismo, son 26 países los que lo tienen prohibido. En Latinoamérica, por ejemplo, están los casos de Nicaragua, El Salvador, Honduras, Jamaica, Haití, República Dominicana, Aruba y Curazao

La iglesia contra los derechos

En la sede del Parlamento, el día de la sesión de la Asamblea, se dieron cita grupos de personas que estaban a favor y los mal llamados Pro vida, quienes están en contra de la interrupción voluntaria del embarazo en caso de violencia sexual. Como es de esperarse, diferentes grupos religiosos estuvieron protestando, para luego celebrar el resultado, sin importarles que el fallo vulnere a las mujeres, pero en mayor medida, a las de bajos recursos y con menor grado de educación.

Según medios, el arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza, desde días antes, estuvo protestando en nombre de la Iglesia Católica y habría solicitado a los asambleístas “no manchar sus manos de sangre”.

Niñas forzadas a ser madres

Producto de la violencia sexual nacieron 17.688 bebés entre 2010 y 2017, cuyas madres eran mujeres menores de 14 años. La Asamblea debate la posibilidad de despenalizar el aborto en casos de violación, incesto y de inseminación no consentida. La vida de una niña no es fácil en ningún lugar del mundo. Una de cada tres (a nivel mundial) sufre violencia sexual de su entorno más íntimo. Los victimarios son padres, tíos, primos, padrastros y amigos.

Las niñas, entre cinco y 19 años de edad son víctimas del 60% de las agresiones sexuales que se dan en una familia, según la Organización Mundial de la Salud. Las agresiones no distinguen contexto social ni económico.

La Política Intersectorial de Prevención del Embarazo en Niñas y Adolescentes 2018-2025 señala que el 3% de las mujeres con discapacidad con edades de entre 10 y 14 años han sido madres. De las 10 madres que viven en las casas de acogida, seis sufren problemas físicos e intelectuales.

El Código Orgánico Integral Penal, en Ecuador, advierte que las mujeres que causen su propio aborto tendrán penas de seis meses a dos años de prisión.

Las manifestaciones

Diferentes Colectivas feministas como Vivas nos queremos, Mujeres por el cambio, Koncha batukada lesbofeminista, se han venido manifestando a favor de la campaña #DéjameDecidir, que promueve la despenalización del aborto por causal violación. Las expresiones a favor de la legalización del aborto se dan teniendo en cuenta que en Ecuador 11 mujeres son violadas a diario y seis de estas quedan embarazadas. Muchas son menores de 14 años.

https://semanariovoz.com/forzadas-parir-agresores/

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