Venceremos¡!
“aprendí que la utopía hay que hacerla cada día”
Pasajeros
La vida del ser humano como parte de la construcción de la realidad social está atravesada por la dialéctica: en su unidad y lucha de contrarios, en su negación de la negación, en los cambios cuantitativos a cualitativos, hay quienes señalan la existencia de una cuarta ley, la del retroceso transitorio del avance; las mismas se expresan en saltos, en cambios que significan rupturas y no meras secuencias o transiciones es decir son cambios profundos, violentos muchas de las veces.
El tomar una posición política revolucionaria: de izquierda, bolivariana, comunista, implica el tomar una concepción y una práctica acorde a la misma; las leyes tendrán su expresión en el negarnos en nuestro origen de clase (no para todos) y asumir una posición de clase, en dar el salto a ser una clase para sí.
La militancia asumida, la concepción política aprehendida, implicará un proceso de lucha con prácticas que nos ha legado el sistema en el que nos desarrollamos, el capitalismo; significará que busquemos desterrar concepciones que encarnan contradecir una nueva posición política en formación.
El tiempo, la práctica, la formación política simbolizaran saltos de cantidad en calidad cuando asumamos responsabilidades y vayamos adquiriendo el grado de militantes de la vida por la construcción de la Patria Grande y el socialismo.
Hay retrocesos en esa vida política, algunas veces transitorios, otros definitivos, dependiendo de esa lucha que le demos a ideas y prácticas que nada tienen que ver con lo revolucionario, con la búsqueda de una nueva vida, de una nueva sociedad.
En ese camino de construcciones nos hemos encontrado con una diversidad de seres humanos, que confrontan la dialéctica de la vida y la consciencia de la necesidad de la lucha por la organización revolucionaria y el socialismo, esa diversidad en muchos de los casos y penosamente no ha sabido enfrentar y sortear los acomodos de la vida y el sistema.
Confunden militancia con beneficio, práctica política con conveniencia, para ese tipo de seres humanos la militancia y la revolución son simples encuentros casuales, locales partidarios, activismo sin norte, debates intrascendentes, teorética y eufemismo de intelectualismo vanidoso o mero turismo revolucionario; por consecuencia son los menos en este camino y son los que no enfocan que la participación en política revolucionaria es una construcción dialéctica.
En oposición radical y diferente están quienes en esta vía nos hemos encontrado y con dignidad y firmeza, buscamos construir diariamente un proyecto que signifique aportar desde nuestro espacio a la organización, unidad y lucha por la Patria Grande y el socialismo.
Mientras esos grupos que alguna vez tuvieron conciencia y hoy se debaten en intrascendentes tomas de decisiones del qué hacer, hay que contarles que la utopía se hace cada día, en cada pequeña acción consciente y organizada.
Hay que contarles que la dialéctica es movimiento, cambio, confrontación y acción. Que ellos se están quedando en la inmovilidad y que el camino no se detiene, que no es fácil pero que hay que continuarlo.
Y ese camino está abierto a todos quienes quieran seguirlo, construirlo, pero desde una edificación consciente del conocimiento y la práctica que nada tenga que ver con el acomodo y el oportunismo.
La puerta está abierta, cada uno decidimos por donde transitar, pero quienes buscamos el sendero de la lucha revolucionaria VENCEREMOS.
Colectivo Editorial ABP ecuador