Entre Trizas y Migajas

El título de esta editorial recoge dos palabras que están en frases frecuentes de Timochenko, jefe del partido, redactadas por el amanuense de cabecera del jefe partidario. Expresó meses atrás que su con-secuencia en defensa de la paz era tan grande, que estaba dispuesto a recoger las TRIZAS del acuerdo y seguir trabajando con ellas.
En otra oportunidad escribió que prefería trabajar con mil excombatientes buenos y no con 7 mil malos... Y ha sido coherente con lo que dice: En el período que va de la firma de los acuerdos al día de hoy, la Rosa pasó de 13 200 militantes a 2.600...Se han retirado 10.600 militantes que no están organizados, no por guerrillas ni por fracciones, simple-mente se fueron.
El papel del partido en la concepción histórica de las Farc ocupo el papel central en la estrategia revoluciona-ria y, por eso, acogimos el leninismo como doctrina y guía de la construcción del partido. Esta doctrina leninistas fue retirada en el congreso fundacional con el argumento peregrino que no podíamos mostrarnos tan rojos. Una vez se retiró el marxismo-leninismo de los estatutos, se sustituyó por el eslogan que, a modo de propagan-da, anuncia UNA NUEVA FORMA DE HACER POLÍTICA.
¿Cuáles son los resultados de estos años en que el antiguo secretariado pasó a ser la dirección política de la rosa? Veamos.
1. Trizas y migajas sintetizan el pensamiento político de Timochenko como conductor del partido que nació de la firma de los acuerdos. Las migajas que va dejando el acuerdo son el objetivo principal de la rapiña y las trifulcas del partido. Ya que los recursos principales comprometidos para los puntos uno de tierra, dos de garantías políticas y tres de sustitución de cultivos, no han sido entregados, pues el gobierno Duque dijo no tener recursos.
2. De más de 2000 comandantes que tenía FARC con años de experiencia, pasamos a tener menos de 200 dirigentes, nacionales y locales elegidos rápidamente y en forma improvisada. ¡Destruyendo en tres años lo que no pudo hacer el ene-migo en 50 años de resistencia!
3. Los firmantes y militantes que se desmovilizado fueron 13.200, hoy marzo del 2020, el partido Rosa es integrado por tan sólo 2.600 militantes. Se han perdido más de 10 mil militantes que no están ni en guerrillas ni en fracciones partidistas. Eso es lo q pretenden ocultar cuando acusan a terceros de la quiebra del partido.
4. De estar en todo el territorio nacional, pasamos a ocupar pequeñas localidades perdidas y abandonadas en la periferia política y geográfica del país Los desaparecidos ETCR fueron abandonados y hoy, contando a familiares, se mantienen no más de 1200 excombatientes. Los territorios que rodean los antiguos ETCR han sido tomados por paramilitares, como el caso de Antioquia y por nuevas guerrillas en Arauca, Meta, Guaviare, Putumayo, Cauca, etc... El partido de la rosa perdió su carácter campesino, 800 excombatientes viven en Bogotá, 600 en el Valle, en otras ciudades cerca de 400. Estos excombatientes no son atendidos por el partido. Lo hace, la ARN.
5. El nuevo genocidio contra los excombatientes se va consolidando sin que el gobierno haga algo para detenerlo. Los responsables de este gran error estratégico son Pastor Alape y Timochenko. 170 excombatientes han sido asesinados. Las garantías políticas empiezan por el derecho a la vida. Proliferan los escuadrones de la muerte y crecen las amenazas. Los excombatientes acuden a, las oficinas de ARN donde asistentes los atienden con gran voluntad. 9000 excombatientes, acuden a es-tas oficinas en todo el país y no usan la cooperativa ECOMUN que es lo q se estableció en el acuerdo. ECOMUN fue inutilizada y reemplazada por ONG en manos de miembros del secretariado. De ahí la importancia de la batalla por rescatar ECOMUN y reasignarle el papel que está en el acuerdo.
Mencionados solo estos 5 aspectos de la crisis, diremos que no es sensato la forma como el antiguo secretariado dirige las cosas. La crisis evidente del partido se origina en su dirección nacional que agrega a estos factores objetivos una subjetividad sectaria y de grupo. Acusan de fraccionalistas a miles de excombatientes que se han ido y están abandonados marginados del partido y de la implementación. Nadie les saca la militancia a la Rosa, ellos la han dejado botada y sin orientación. Es la liquidación y la pulverización por la que tienen que responder en el congreso de abril. Solo en este congreso se pueden encontrar soluciones a la debacle del partido, por lo que se impone pedir garantías para asistir a ese evento partidario.
En el horizonte del proceso de paz se ve muy mal que no exista una dirección política que represente a todos los excombatientes. De ahí la importancia de que la ONU, los países garantes y personalidades democráticas como Álvaro Leyva e Iván Cepeda, actúen para darle luces a Timochenko y su combo, para que el próximo congreso no sea el último de una bonita experiencia iniciada con la firma de la paz.
Que Lozada no sea jefe de credenciales y que Timochenko desista de ser nuevamente presidente del partido, como lo han reclamado asambleas de varios ETCR.
Se conoce que cambiarán el nombre del partido y acabarán con lo que se hizo en el anterior congreso. Hay que exigir que los asistentes al congreso fundacional vayan por derecho propio para defender lo que se aprobó en el primer congreso y será destruido en el segundo. Al ser modificado el nombre, retirado el carácter marxista-leninista, al excluir miles de dirigentes, el tomar las rentas de la paz... No cabe la menor duda que, liquidada la guerrilla revolucionaria, continúan con la destrucción del partido revolucionario.
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