El concepto de crisis sanitaria por COVID-19 para los medios de Comunicación en Ecuador.
Hemos visto como desde el inicio de la pandemia mundial, en Diciembre del 2019 los medios de comunicación en el país “informaban” de lo que acontecía en el país de origen. Tan mal manejada estuvo la información que, los primeros afectados del temor generado por los medios de comunicación, a un posible contagio del COVID-19 o conocido también como CORONAVIRUS, fueron los emigrantes de origen chino radicados en el país.
En sus emisiones centrales, acudían a lugares como restaurantes de comida china, locales donde se comercializa ropa del mismo origen a especular sobre que pasaba con sus negocios al ver que el ya aplastante avance del virus se había originado en el país de Asia Oriental.
El desconocimiento de los protocolos para evitar los contagios, eran totalmente ignorados por los responsables de emitir información de calidad para que de alguna manera el pánico no se apodere de la ciudadanía.
Ya con un efecto psicosocial en marcha, empezó en la sociedad una paranoia generalizada, al conocer que en un hospital de la ciudad se encontraba un ciudadano chino en cuidados intensivos con un posible caso positivo de COVID-19.
Esto alarmó mucho más a la ciudadanía, lo cual sin una fuente oficial y verificada, empieza a acudir a fuentes no verificadas
El rol de los medios alternativos volvió a dar pie a muchas vertientes de información muchas correctas otras a medias y un porcentaje alto de información falsa o errónea.
Con esto, nos enfrentábamos a un problema más que hacia cuesta arriba el problema mayor. Factores como: el manejo de la información de los medios tradicionales, el miedo generalizado, información de redes sociales y la hiper-información de internet se convirtió en un coctel que era tiempo que nos estalle en las pantallas.
En Ecuador, los medios de comunicación cumplen un rol por demás servil ante el poder gobierno, que no ha dado muestras de eficacia en tiempos de tal crisis que ha sobrepasado hasta las grandes potencias, pero sin duda alguna creo que en proporcionalidad hemos sido el peor país que ha manejado la crisis.
A partir de la reforma de la ley de comunicación, como ciudadanos perdimos lo que proponía el art. 22 que rezaba de la siguiente manera: - Derecho a recibir información de relevancia pública veraz.- Todas las personas tienen derecho a que la información de relevancia pública que reciben a través de los medios de comunicación sea verificada, contrastada, precisa y contextualizada.
Lastimosamente nuestra prensa mercantilista lo único que les importó, es seguir con los acuerdos con el gobierno central y no demostrar la crueldad con la que se desplegaba el virus en el país particularmente en la ciudad de Guayaquil.
Con un estado de excepción en marcha, la ley obligaba al Presidente de la Republica hacer eso de esta herramienta y aplicar de forma inmediata el Art. 77 Suspensión de la libertad de información.
En uso de sus atribuciones constitucionales, puede disponer la suspensión del derecho a la libertad de información, para lo cual debe cumplir las siguientes condiciones:
1. Que el estado de excepción se haya declarado previamente;
2. Que se verifique la aplicación de los principios, condiciones y alcances que debe satisfacer la declaratoria del estado de excepción, según el Art. 164 de la Constitución;
3. Que se verifique el cumplimiento adecuado del procedimiento establecido en el Art. 166 de la Constitución para declarar el estado de excepción; y,
4. Que se fundamente por escrito y desde los parámetros del Estado de Derecho la necesidad y la finalidad de disponer la suspensión del derecho a la libertad de información y la censura previa a los medios de comunicación, estableciendo los alcances de estas medidas y el plazo que van a durar.
Los medios de comunicación del estado fueron utilizados para seguir poniendo una cortina de humo, y no garantizando el derecho de recibir una información acorde a lo que pasa el país.
Los medios alternativos han dado su aporte develando las realidades que los grandes oligopolios de la información y comunicación del país quieren ocultar en un pacto macabro por decir lo menos.
Los medios de comunicación también han sido objetos de reflexión desde el Marxismo
Salvo los pequeños aparatos de difusión marxista, los aparatos de propaganda ideológica (mal llamados medios de comunicación) están en dos manos: en la burguesía y en el Estado de la burguesía. Por tanto, los aparatos de propaganda son las expresiones informativas del parecer de una clase sobre un asunto particular o sobre las generalidades de la sociedad.
Siempre, tratan de exponerse como imparciales e intentan mencionar que son la voz disconforme de la sociedad, a pesar de que son las mismas empresas capitalistas, cuyo única aspiración de ganancia les impulsa no sólo a explotar a sus trabajadores, sino agasajar y justificar la explotación y miseria de los trabajadores de otros burgueses que “generosamente” pagan la publicidad que da vida al aparato propagandístico, que en este caso es el gobierno de Lenin Moreno y el can encargado de esta tarea es, el baladí Andrés Michelena, ministro de Telecomunicaciones.
Es por ello que tristemente vemos las parrillas de contenido de canales de señal abierta mostrando una ilusoria normalidad, es el vivo pensamiento de cada clase social o de alguna de sus fracciones a las cuales representan. Generalmente, la información manipulada que se envía desde los medios de comunicación tiene como fin principal el de mantener el orden establecido.
Tras lo mencionado fue una cadena de muchos desenlaces fatídicos; por ejemplo: al no existir una información oficial del manejo del COVID-19, muchos empezaron a recibir información irreal de como curarse del virus con una medicina llamada CLORIQUINA difundida en redes sociales on the line y descendió al off the line creyendo que era efectiva, sin saber cuáles eran los efectos del mismo químico. En muchos casos el mal uso de este producto causo varias muertes en el país.
los medios de comunicación pueden jugar un papel importante para enviar mensajes de salud pública y elevar el interés sobre estos a la comunidad. La adecuada información de los medios de comunicación ayuda en varias oportunidades, en esta caso no es así, la idea de una aparente normalidad y descenso de la curva de contagios en la ciudad de Guayaquil, “informado” mediante la cuenta del Twitter del periodista Luis Eduardo Vivanco, respaldado por la alcaldesa de la ciudad Cynthia Viteri, impulsó a que varios ciudadanos vuelvan a las calles poniendo nuevamente un riesgo mayor al que se vio en semanas pasadas con miles y miles de fallecidos en el puerto principal, mientras que los medios públicos y otros privados en contubernio con el gobierno nunca mostraron la verdad.
La actual pandemia del coronavirus (COVID-19) es una emergencia sanitaria mundial y muchos países están siendo actualmente afectados con miles de muertos y con grandes repercusiones económicas a nivel mundial.
En este contexto, los medios de comunicación deben informar apropiadamente a la población y proporcionar los datos que permitan tomar adecuadas decisiones, a través de la veracidad y calidad de la información que brindan.
Varios estudios sobre el manejo de la crisis mundial de la pandemia, no han sido manejados de la mejor manera por los medios de comunicación, generando con ello una psicosis general que a largo tiempo hara que se cambie o recodifique ciertas formas de relación entre el tejido social.