La resistencia de las mujeres yazidíes
Después del ataque del Estado Islámico (ISIS) en Shengal (Sinjar) el 3 de agosto de 2014, comenzó un feminicidio sin precedentes contra las mujeres yazidíes. Miles fueron secuestradas, violadas, asesinadas y vendidas como esclavas. Muchas de ellas se suicidaron. Sus hijos fueron utilizados por ISIS para atentados suicidas.
En 2015, las Unidades de Mujeres Shengal (YJŞ) se establecieron como una fuerza de defensa armada. Estas unidades participaron en la primera línea de operaciones contra ISIS. Cientos de aldeas yazidíes fueron liberadas luego de que miles de mujeres fueran secuestradas.
El 10 de octubre de 2016, comenzó la ofensiva contra Raqqa, liderada por las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ) y las YJŞ. En el curso de la ofensiva, 6.417 personas fueron liberadas, de las cuales aproximadamente la mitad eran mujeres y niños. Los yazidíes liberados y sus hijos fueron entregados a instituciones yazidíes en Rojava (Kurdistán siria) para poder regresar a Shengal.
Según Seydo Ilyas, del Centro Yazidi, 144 mujeres y 233 niños del campamento de refugiados Al Hol, en el cantón de Hesekê, han sido devueltos a sus familias en Shengal. Inicialmente, habían sido alojados en el campo durante la ofensiva de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) contra ISIS en el este de Siria. Solo más tarde, en una elaborada cooperación entre la institución yazidi y la administración del campo, se estableció que fueran enviados a Shengal.
El gobierno iraquí no apoyó a los yazidíes durante todo este tiempo. Tampoco se protegió a la población de ISIS, ni se hicieron esfuerzos para aclarar el paradero de miles de personas desaparecidas.
La activista Neteweyî Xemgîn fue testigo de la masacre en Shengal. “Estaba trabajando en la Organización de Mujeres de Kurdistán en el momento de la masacre recordó-. Intentamos organizar a las mujeres contra el peligro al que estaban expuestas. Mosul y Tal Afar ya se habían convertido en centros de ISIS. Shengal estaba bajo el control del gobierno iraquí y el Partido Democrático de Kurdistán (PDK)”.
Los Peshmerga, las fuerzas del PDK, no dispararon una sola bala en defensa de Shengal, aseguró Neteweyî. Toda la región quedó en manos del ISIS en un día. La organización de mujeres hizo un llamamiento a todos los partidos kurdos después del ataque, pero solo los líderes de Rojava y los guerrilleros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) respondieron.
Según Neteweyî, las “YPG y las YPJ respondieron de inmediato. Pidieron al gobierno regional del Kurdistán del Sur que despeje el camino a Shengal, pero el PDK no lo permitió. Afirmó defender a Shengal pero no lo hizo. Querían que Shengal y su historia fueran eliminados. Las YPG/YPJ, y la guerrilla lucharon contra ISIS junto con la gente de Shengal, a pesar de que solo tenían armas ligeras. Evitaron que ISIS tomara a Shengal”.
La guerrilla y las YPG/YPJ lucharon para despejar un corredor humanitario y garantizaron que la población civil pudiera huir a zonas seguras. Posteriormente, las aldeas ocupadas por ISIS fueron liberadas gradualmente. Después de la liberación, se crearon fuerzas de defensa propias en Shengal en muy poco tiempo. La organización civil también fue impulsada, relató Neteweyî: “Se establecieron instituciones para la organización y educación de la población. Los consejos populares se establecieron sobre la base de la filosofía de Abdullah Öcalan. La gente de Shengal continúa luchando para garantizar que no se repitan esas masacres”.
“Miles de mujeres yazidíes que escaparon de ISIS se refugiaron en las montañas. Regresaron más tarde y participaron en el trabajo de organización en Shengal”, resumió.
Neteweyî exigió a Bagdad que reconozca la autonomía de Shengal: “El gobierno iraquí es responsable de las miles de mujeres secuestradas que aún están desaparecidas. Muchas mujeres han sufrido partos prematuros y abortos espontáneos mientras huían. Hubo mujeres que escondieron a sus pequeños niños en las montañas Shengal para que no caigan en manos de ISIS. El gobierno iraquí es responsable de todos ellos. Turquía también debe rendir cuentas por los crímenes, porque ha apoyado a ISIS”.
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