OCTUBRE VOLVERÁ
Foto El País
En medio de bajos índices de credibilidad y popularidad, Lenín Moreno cuenta los días para culminar su mandato. Las protestas y críticas no cesan a pesar de que el régimen consiguió recursos frescos para pagar una parte de los aprietos que arrastra, más esa plata es insuficiente para cubrir todas las obligaciones del Estado.
Para acceder a ese nuevo préstamo, que acrecienta la deuda externa, el gobierno cumplió algunas exigencias de los chulqueros internacionales: liberalizó el precio de los combustibles y del gas de uso doméstico, reglamentó que las tasas de interés activa y pasiva la definirán los propios banqueros sin control estatal, impulsó el proceso de concesión -privatización- de las empresas públicas, redujo el presupuesto a educación y a las universidades, etc.
En adelante las nuevas exigencias fondomonetaristas prevén el incremento de hasta el 15% del Impuesto al Valor Agregado, 3% más que en la actualidad, subir los años y montos de aportaciones al IESS, reducir las pensiones jubilares, precarizar aún más las condiciones de trabajo, entre otras. Los posteriores desembolsos dependerán del cumplimiento de estas condiciones que demuestran la infinita glotonería de los capitalistas.
El dogma de fe del neoliberalismo, del Consenso de Washington, lo aplicaron en cada gobierno. El correísmo, más allá de la verborrea, reprodujo ese ideario, basta recordar las privatizaciones a favor del consorcio peruano Grupo Gloria, la ley de Alianzas Públicas y Privadas o las políticas que afectaron la vida de los trabajadores y servidores públicos.
Es evidente, todas las políticas del Fondo favorecen a las élites, condicionan la soberanía nacional y en esta coyuntura podrían determinar el carácter recesivo de la economía en el próximo quinquenio; de allí el interés de los chulqueros de intervenir en el proceso electoral 2021.
La continuidad de sus intereses exige de un aliado o socio en la presidencia, por eso los organismos crediticios internacionales ya adelantaron tratativas con el candidato banquero y con el otro que es la marioneta de la corrupta impunidad. En los hechos el FMI tiene dos alfiles entre los favoritos a ocupar Carondelet, en tanto que Yaku Pérez, coherente con las luchas del levantamiento indígena y popular, impulsa un proyecto alternativo insumiso al Fondo y antineoliberal.
La carrera presidencial inició. En las urnas Octubre volverá.