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Campesinos del valle del río Cimitarra se unen al paro nacional

Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra - ACVC / Prensa Rural


Foto redes sociales



VIVA EL PARO NACIONAL


Desde el 28 de abril Colombia vive una nueva marea de movilización, que se constituye en la continuidad del gran movimiento social y popular que se desató en noviembre del 2019,y que fue apaciguado por los avatares de la contingencia sanitaria, que restringió la posibilidad de seguir juntando esfuerzos colectivos para avanzar en el propósito de cerrarle el paso a la política antisocial del gobierno uribista del del señor Iván Duque.


Desde entonces, se ha agudizado la política neoliberal y de guerra que representa el actual gobierno, la intención abierta de hacer trizas el acuerdo de paz al permitir la terrible masacre de cientos de firmantes de paz, el incumplimiento permanente los acuerdos especialmente en los temas referentes a la ruralidad planteados en el punto 1, con relación a la reforma rural integral y en especial frente al Programa nacional integral de sustitución de cultivos PNIS, dejando a las comunidades a merced de los grupos armados y destruyendo así la posibilidad de impulsar proyectos productivos al desfinanciar y desmontar paulatinamente el programa, y como si fuera poco, como cereza del postre, volver a la política de la guerra contra los drogas utilizando de nuevo las aspersiones con glifosato, afectando a las comunidades campesinas y sus territorios. El Avance de grupos paramilitares en las diferentes regiones del país, evidencia el despropósito de no implementar el acuerdo que contiene las herramientas para desarticular esos ejércitos de muerte que hoy de nuevo atacan a la población civil, obligan al desplazamiento forzado y asesinan indígenas, excombatientes, líderes campesinos y campesinas.


La pandemia también supuso una crisis económica sin antecedentes, donde el gobierno en vez de ayudar a los sectores sociales, capas medias y a los sectores más desprotegidos, los dejó a su suerte generando la ruina en el campo y las ciudades, mientras entregaba ayudas multimillonarias al sector financiero y a los grandes oligopolios del capital nacional. Como si fuera poco, en medio de la crisis presenta un proyecto de reforma tributaria, donde en resumen son los pobres quienes tienen que cargar sobre su espalda al costo de la crisis, mientras se mantienen los niveles de corrupción, la evasión de impuestos por grandes capitales que llevan sus dineros a los paraísos fiscales, y las exenciones vulgares con las que favorecen a gran empresariado.


Es en este contexto que irrumpe el paro nacional, que se ha mantenido durante estos días evidenciando que el pueblo colombiano está resuelto a defender sus derechos, pero también mostrando la cara más bárbara de lo que representa este gobierno, qué no abre los escenarios de dialogo con el país pero si responde a sangre y fuego, militarizando la sociedad colombiana, asesinando jóvenes que se encuentran movilizados en las diferentes ciudades, y no atendiendo el clamor popular sino la orientación abierta y perversa del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Las organizaciones del campo no podemos excluirnos de esta realidad, por el contrario, el desgobierno de Iván Duque y su reforma tributaria, afectan profundamente el campo colombiano y las economías campesinas. La militarización de los territorios nos vuelve a las peores épocas del conflicto superado en el marco del acuerdo final de paz, y pretende devolvernos a la guerra sin cuartel donde el enemigo es el pueblo en la lógica de la doctrina militar por la que ha caminado el estado colombiano, el modelo contrainsurgente del enemigo interno. Por ello y en consecuencia llamamiento a paro nacional que hace la Asociación Nacional de zonas de reserva campesina, ANZORC, nuestra organización, que se ha forjado en la lucha por los derechos humanos, la vida, la paz y el territorio, hace el llamado a las comunidades del Valle del Río cimitarra y del Magdalena medio, a sumarse en las acciones civilistas de paro nacional para unir los esfuerzos, las aspiraciones y las luchas del pueblo colombiano, para ganar los cambios profundos que requiere nuestra sociedad y exigirle al gobierno de Iván Duque, que rompa amarras con el retardatario jefe, abriendo los espacios para un gran diálogo nacional que permita replantear la orientación del país, donde al centro debe estar el cumplimiento irrestricto del acuerdo de paz y la construcción de una política económica que no empobrezca a los más pobres, y dónde los que más tienen asuman también su responsabilidad social e histórica.


El camino no es la militarización echándole más leña al fuego, la salida es el retiro de la del proyecto de reforma tributaria y la construcción de una verdadera de mesa de diálogo, donde todos los sectores tengan representación para garantizar la construcción de una propuesta equitativa y que reverdezca a los sectores históricamente excluidos de la nación. El campesinado de la zona de reserva campesina del Valle río Cimitarra se compromete a atender la convocatoria de movilización y de lucha que avanza en todo el país, que, desde las costas, las selvas, llanos y cordilleras, se levanta con dignidad para defender nuestros derechos.


viva el paro nacional y la resistencia campesina



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