LA COMUNA DE PARÍS… INVISIBILIZADA

Pedro Pierre / vía correo electrónico

Foto: yahoo

2021: Aniversario 150. ¿Quién habla y quién sabe de la Comuna de París? Poco se conoce de este acontecimiento trascendente de Francia que retomó el camino de la revolución francesa mediante la valentía del pueblo trabajador de París que terminó con la matanza a manos de los militares de unos 20,000 muertos y de 40,000 presos… En estos días, varios artículos periodísticos describen este aniversario como “La revolución que cambió la historia de París en 72 días”, Los "avances sociales" que sorprendieron al mundo”, “La revolución que fracasó para triunfar”… Veamos.

Tuvo lugar en 1871 al final del siglo 19, después de una guerra perdida con Prusia (antiguo norte de Alemania) y el gobierno conservador de Napoleón 3 de corte dictatorial. En París particularmente la miseria y el descontento eran grandes. Los parisinos habían organizado una Milicia Ciudadana con 200,000 personas armadas, llamada luego Guardia Nacional, para resistir a los prusianos. Frente a la situación de descalabro, la Milicia Ciudadana, las organizaciones de obreros y de mujeres llamaron a un levantamiento parisino y realizaron elecciones en la ciudad. Este provocó la huida del gobierno a Versalles, ciudad vecina a la capital.

La Comuna de París fue la primera experiencia de gobierno socialista de la clase obrera y de socialismo auto gestionado en Europa. Se caracterizaba por la integración del proletariado como líder en diversos sectores que apostaban por la proclamación de la III República en Francia, además del rol protagónico del pueblo en la dirección de ese país. Las mujeres tuvieron una participación destacada por su protagonismo en todo este proceso y su valentía en resistir la invasión y las matanzas del ejército.

La Comuna de París duró solamente dos meses y medio. En esto lapso de tiempo creó un “Concilio Comunal” de unos 92 delegados que puso las bases de un sistema político fundamentado en la democracia participativa como eje de la administración política y social. Se expidieron leyes que beneficiaban los sectores obreros y populares. Entre las disposiciones más llamativas podemos recalcar las siguientes: las empresas abandonadas se organizaron en cooperativas a cargo de los trabajadores, la jornada laboral fue reducida a 10 horas, se estableció un salario mínimo, se decretó la educación gratuita, la separación de la Iglesia católica con relación el Estado, se proclamó el derecho de los gobiernos locales de dar el derecho de ciudadanía a los extranjeros, se organizó un Movimiento femenino que promovió la igualdad de salario entre varones y mujeres como también la legalidad de la unión libre…

La Comuna de París terminó con la invasión militar de la capital con la masacre de 20,000 parisinos… Esta reacción militar fue posible porque el error fue dejar independiente el Banco Nacional de Francia que era la cuna del capitalismo. La Comuna no tomó posesión de esa institución ni de sus recursos. Este financió el gobierno conservador y el ejército refugiados en la ciudad Versalles, cercana a París. Así pudieron atacar la capital y someterla en una guerra sin cuartel de una semana, calles por calles…

Por sus decisiones sociales y políticas, la Comuna de París inspiró la Revolución de los Bolcheviques en Rusia (1917) y también de la Revolución Socialista en China (1949). Estas son la continuación y profundización de los alcances del movimiento insurreccional francés. Las protestas del recordado “mayo de 1968” en Francia y Europa se reclamaban de los ideales de la Comuna de Paris. En esa época, después de un mes de paralización nacional, se logró que el gobierno y el empresariado se sentaran a la mesa de negociación. Allí se aprobó principalmente 2 acuerdos: el salario se equipara al costo de la canasta básica y se decide la igualdad de salario entre varones y mujeres.

En estos tiempos de elecciones podemos leer el “Llamado a los electores por el Municipio de París: Ciudadanos y ciudadanas. Tengan en cuenta que los hombres que le servirán mejor son los que eligen de entre ustedes, viven su vida, sufren las mismas penas. Desconfíen tanto de los ambiciosos como de los arribistas; ambos protegen sólo sus propios intereses y siempre terminan considerándose indispensables. Además, tengan cuidado con los oradores que no saben actuar; se pierden en un hermoso discurso, un efecto oratorio o una palabra espiritual. También eviten aquellos a quienes la fortuna ha favorecido demasiado, porque muy raramente el que posee riquezas están dispuestos a considerar al trabajador como un hermano. Busquen personas con convicciones sinceras, gentes del pueblo, resueltas, activas, con buen sentido y honestidad reconocida. Dirijan sus preferencias a aquellos que no solicitan su voto; el verdadero mérito es modesto; corresponde a los electores elegir a sus autoridades y no a estas presentarse. Ciudadanos y ciudadanas, estamos convencidos de que, si tienen en cuenta estas observaciones, habrán por fin inaugurado la verdadera representación popular, habrán encontrado representantes que no se consideran a sí mismos como sus maestros.”

¡Ojalá esta pequeño lección de historia nos ayude a elegir a quienes no se basan exclusivamente en el capitalismo!