La ultraderecha en Carondelet
Eduardo Ruilova Quezada / Opción S
Foto: Semana
El pasado 11 de abril, es un triunfo de la ultraderecha, de la derecha y de grupos vinculados al Opus Dei. La derecha transnacional para demostrar su poder político y económico se hizo presente de inmediato para felicitarse: Sebastián Piñera; Juan Guaidó; Iván Duque; Jair Bolsonaro y el conservadurismo nacional representados por las Cámaras de la Producción; de Comercio de Guayaquil, Quito, Cuenca; la Cámara de Industrias de Quito y Guayaquil; la Federación Ecuatoriana de Exportadores; el Comité Empresarial Ecuatoriano; la Asociación de Bancos Privados; la Cámara de Agricultura y Ganadería, la Cámara Nacional de Acuacultura, sumados sectores conservadores de la sociedad.
Felicitaciones entre burguesías que se fortalecen mutuamente, consolidán aún más sus fortunas, el despojo al pueblo lo continuarán hasta donde puedan y el poder político lo faculte, para luego aplicando y/o permitiendo la política del péndulo, el retorno temporal de los llamados progresistas para que gobiernen y aplaquen la explosión social mediante la entrega de bonos económicos para impedir la movilización o un estadillo social. Así ocurrió en Argentina, con la alternabilidad de Mauricio Macri con el binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández, anulando los 7 juicios penales y 5 órdenes de prisión preventiva que mantenía Cristina por sobornos que ascienden a más de $160 millones.
En Brasil la “Corte de Justicia ha reconocido “su error” y ha perdonado todos los juicios por corrupción a Lula”, que con seguridad será en nuevo presidente de Brasil, a cambio de encubrir los abusos de poder de Bolsonaro. En Ecuador el recambio es al revés: el “progresismo de derecha” representado por el correismo-morenismo, entrega el poder político al señor Lasso y su alianza CREO-DP-PSC, anunciando que no perseguirá a nadie, que gobernará con todos y para todos. Esperemos que no encubra ningún acto de corrupción del morenismo-correismo, que cumpla su palabra mandándoles a cárcel a todos quienes perjudicaron al Estado ecuatoriano y lo más importante: recupere lo robado, $70.000 millones que pueden ser invertidos en vías, educación y salud de calidad.
En Ecuador acontece algo similar, triunfa Lasso y la burguesía con Jaime Nobot a la cabeza empiezan a hablar de la necesidad de establecer diálogos con todos los sectores políticos, sean de centro, derecha o izquierda para buscar gobernabilidad y la paz social incluyendo al correismo.
Previa negociación de la Presidencia para la Asamblea Nacional, de entre los Asambleístas Nacionales más votados: Pierina Correa Delgado (hermana del ex presidente de la república), Centro Democrático, en alianza con Fuerza Social y el correísmo aglutinados en Unión por la Esperanza (UNES); Salvador Quishpe, Pachakutik; Wilma Andrade, ID; César Monge, CREO; y Henry Kronfle, PSC.
La ambiciosa gobernabilidad buscada por Lasso-Nebot de la alianza CREO-DP-PSC, a la que se ha sumado sumisamente el otrora prepotente de Rafael Correa Delgado, pasa por la posibilidad de entregar la primera dignidad parlamentaria al correismo-morenismo. De no suceder aquello por ser demasiado notorio, optaría la posibilidad del candidato socialcristiano Henry Kronfle, no hay que descartar la posibilidad del “ya que chucha” del entonces candidato Guillermo Lasso, que jugándose el todo por el todo, nomine a su lugarteniente César Monge para la Presidencia de la Asamblea.
Con cualesquiera de los nominados, es decir con la alianza o acuerdo parlamentario para la gobernabilidad: CREO (12) – PSC (19) – UNES (49), suman 80 votos y barrerían con todas las designaciones a nombrarse en la Asamblea Nacional. Para luego, al menor descuido, o entre gallos y medianoche, buscar los 91 votos; es decir las dos terceras partes para otorgar indultos o amnistías a los prófugos de la justicia ecuatoriana, autoexiliados en México y en Bélgica y que regresen al país, ya no como delincuentes y prófugos, sino como víctimas, culpando con toda seguridad de abuso de poder a Lenin Moreno y a la Fiscal Diana Salazar. Marx decía con acierto: “que la historia se repite una vez como farsa y otra como tragedia”.
Eventualidad inalcanzable por cuanto la Constitución del Ecuador lo prohíbe en su artículo 120, numeral 13 que dice: “Conceder amnistías por delitos políticos e indultos por motivos humanitarios, con el voto favorable de las dos terceras partes de sus integrantes. No se concederán por delitos cometidos contra la administración pública ni por genocidio, tortura, desaparición forzada de personas, secuestro y homicidio por razones políticas o de conciencia”. El COIP en su artículo 73 sobre el indulto o la amnistía, anota que: “La Asamblea Nacional podrá conceder amnistías por delitos políticos e indultos por motivos humanitarios, conforme con la Constitución y la Ley. No concederá por delitos cometidos contra la administración pública ni por genocidio, tortura, desaparición forzada de personas, secuestro y homicidio por razones políticas o de conciencia”.
Los votos casi los tienen: 49 de Centro Democrático-Fuerza Social-UNES, es decir del correísmo; 19 socialcristianos, les ofrecerán el oro y el moro a los 13 asambleístas pertenecientes a otras agrupaciones políticas y movimientos provinciales pequeños para llevarse en peso la presidencia de la Asamblea Nacional, del CAL y de las Comisiones. Para ello, necesitan solamente 2 de los 13 independientes para obtener la mayoría absoluta.
La otra (im)posibilidad sería la conformación de la alianza entre Pachakutik con 27 asambleístas, la Izquierda Democrática con 17, que con el acuerdo firmado llegan a 44 asambleístas, si se suman los 12 de CREO y 13 asambleístas de otras organizaciones políticas, suman 69, no logrando conformar su mayoría, acuerdo cuesta arriba por cuanto cada uno defiende intereses empresariales, de grupo y personales como es el reparto de las Comisiones, viajes y representaciones internacionales, siempre -claro está- tomando el nombre del pueblo, de los campesinos e indígenas, por el cual dicen que se sacrifican.
A pesar que la Constitución y la Ley lo prohíbe taxativamente, los Asambleístas encontrarán los subterfugios para complacer a sus patrones, hechos que debemos impedirlos radicalmente, mediante la movilización y la protesta popular, aplicando el artículo uno de la Carta Magna que dice en su literal segundo:
“La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución”.
Con Guillermo Lasso en Carondelet se consolida el neoliberalismo, las privatizaciones, bautizadas como monetización de los sectores estratégicos y rentables del país, la extinción paulatina del pago para la salida de divisas, la reducción del tamaño del Estado y del gasto público, la flexibilización laboral, los Tratados de Libre Comercio, los acuerdos comerciales con los países de la Cuenca de Pacífico, eliminación de subsidios, todo para alcanzar mayores ganancias a nombre de la reactivación económica para los sectores empresariales, productivos y de ninguna manera para quienes producen y generan riqueza: los trabajadores y el sector informal, quienes en lugar de ser beneficiados, continúan siendo maltratados a través de la mal llamada Ley Orgánica de Apoyo Humanitario, publicada en el Suplemento del Registro Oficial 229 del 22 de junio de 2020.
La disputa por el poder político entre dos opciones de derecha, la una abiertamente neoliberal desde lo privado, representado por el señor Guillermo Lasso Mendoza y su agrupación política CREO-DP en alianza con el PSC, con apoyo de los medios de comunicación nacionales y extranjeros, encargados de adornar, galantear, ensalzar al candidato de la burguesía comercial-industrial-financiera-agrícola del país. No olvidarse la alianza (fusión) entre CREO y la Democracia Popular-Unión Demócrata Cristiana, lista 5, dirigida por Oswaldo Hurtado Larrea, realizada el 7 de marzo de 2018, responsables de la sucretización de la deuda externa, del feriado bancario, entre otras perlas.
Por conveniencia política, la amnesia informativa saltó a la arena electoral, nada dijeron, ni siquiera mencionaron las leyes represivas implementadas por mal llamada “revolución ciudadana”, de la concesión de amplias zonas mineras, de la órbita geoestacionaria, de puertos y carreteras, de la evasión tributaria; $5.000 millones les regalaron mediante remisiones tributarias; las ganancias del sector financiero alcanzaron más de $9.000 millones en 14 años del correismo-morenismo. En el 2019 y 2020, el sistema financiero y cooperativo lograron $1.068,83 millones en utilidades brutas: en el 2019, $759,17 millones, en el 2020, $309,66 millones; el Banco del Pacífico, apetecido por los banqueros nacionales logró $100,3 millones en el año 2019 y en el año 2020, ganó 30 millones de dólares, como utilidades[1].
Para consolidar al candidato de derecha, difundieron la política de miedo para impedir que el contendor retorne a Carondelet, a pesar de los beneficios recibidos en más de 14 años de cogobernar desde la Asamblea Nacional, con las Cámaras de la Producción, de Comercio, de Agricultura; se acordaron de todo y de nada: de robos, de desaparición y asesinatos, de represión, de la abultada e ilegal deuda externa e interna, de la exagerada y exasperada corrupción de la cual son parte, que se empecinan en negarla a pesar de las pruebas presentadas a nivel nacional e internacional. Pero nada dijeron de derogar las leyes represivas impuestas por el correismo-morenismo; de recuperar el patrimonio nacional; de fortalecer al Estado; de regular la vida de los ecuatorianos desde lo económico y lo social e impedir su galopante pauperización y empobrecimiento.
De otra parte, el populismo progresista (defensor del capitalismo), representado por el economista Andrés Araúz, cobijado por el Movimiento Centro Democrático y otras agrupaciones políticas aglutinas en la UNES (Unión por la Esperanza) para continuar con el saqueo nacional, propiciando políticas neoliberales desde el Estado, entregando contratos o subcontratos para ejecutar obra pública al sector privado, mediante la figura jurídica del denominado “giro específico del negocio”, en disputa por mantener el sistema capitalista en Ecuador desde similares ópticas políticas, económicas y sociales.
Vele recordar que los candidatos finalistas fueron calificados de manera ilegal por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), Andrés Araúz presento cédula de otra persona, lo que impedía dicho aval ya que se encontraba suplantando persona de acuerdo a lo que dispone el COIP; Guillermo Lasso Mendoza, no debió ser calificado porque realiza actividades comerciales y financieras en Panamá, “en 2007, el Banco de Guayaquil (BG) creó un banco offshore de Panamá que fue llamando Banco de Guayaquil Panamá. En 2011, el BG Panamá cambio su nombre a Banisi y en 2014 BG vendió Banisi a Banisi Holding. Aunque fue registrada por una firma legal, esta compañía de inversiones pertenece a Lasso, lo cual ha sido admitido por él mismo”[2].
La Ley Orgánica Electoral y de Organizaciones Políticas de la República del Ecuador, Código de la Democracia, el Artículo 96, dice: “No podrán ser candidatos o candidatas de elección popular”, numeral 9: “Quienes tengan bienes o capitales, de cualquier naturaleza, en paraísos fiscales” y el Artículo 5 del Reglamento para la Inscripción y calificación de candidaturas de elección Popular, Inhabilidades generales para ser candidatas o candidatos, el “literal i) Quienes tengan bienes o capitales de cualquier naturaleza, en paraísos fiscales”.
El candidato Yaku Pérez Guartambel por inscribir su candidatura sin binomio, ya que la candidata a la vicepresidencia, Larissa Marangonni le renunció horas antes de su inscripción, exponiendo profundas y radicales diferencias políticas-ideológicas, al ser partícipe de la venta de empresas públicas rentables, o que las Islas Galápagos se entregadas a otro país si el Gobierno no puede preservarlas. Con lo cual nos deja ver que los binomios no son seleccionados por coherencia político-ideológica, sino por improvisaciones personales para captar más votos, así provengan de la alta burguesía.
Los votos
En la segunda vuelta electoral 10’828.652 sufragaron, de un padrón electoral conformado por 13’099,150 ecuatorianos y ecuatorianas, el binomio Guillermo Lasso Mendoza y Alfredo Borrero Vega, alcanzó 4’655.964 apoyos en la zona insular de Galápagos, en 5 de las 6 provincias orientales y en 11 provincias de la sierra. Andrés Arauz y Carlos Rabascall obtuvieron 4’235.966 sufragios, en toda la zona costanera y en la provincia amazónica de Sucumbíos, a pesar del apoyo oportunista y traidor del dirigente de la Conaie Antonio Vargas.
El señor Lasso Mendoza tenía que ganar a como dé lugar, había llegado el momento de la devolución del favor otorgado en el año 2017 al correísmo-morenismo, al permitirle que momentáneamente, de forma fraudulenta, pase a ser inquilino de Carondelet el señor Lenin Moreno Garcés.
Jamás reclamó nada, algo mencionó de un fraude en su contra, pero no insistió en aquello; transcurrido algún tiempo, el señor Eduardo Mangas, en ese entonces secretario de la Presidencia de la República, expuso a la militancia de Alianza País en la ciudad de Cuenca, “La situación del país era terrible. Perdimos la primera vuelta y perdimos la segunda vuelta también, eso no fue ganado. Casi perdemos las elecciones”[3], había triunfado el propietario del Banco de Guayaquil.
¿Por qué no reclamó su victoria electoral Guillermo Lasso Mendoza?, ¿Qué recibió a cambio?, ¿Cuáles fueron los acuerdos a futuro?, ¿Acaso le entregaron los reaseguros de las principales obras de infraestructura: eléctrica, de las Fuerzas Armadas, de la Seguridad Social, vial, petrolera, empresas públicas del país?, ¿Los depósitos de miles de millones de dólares en su institución financiera para que sean cobrados los sueldos por los empleados públicos?, ¿O el retiro del dinero por parte de las personas que reciben pensiones alimenticias, el depósito de dinero por concepto de multas impuestas a los infractores o los anticipos de contratos, etc.?
El voto nulo
El voto nulo fue impulsado por el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), una fracción de Pachakutik, movimientos sociales, el FUT, la CONAIE, organizaciones juveniles, de mujeres, de campesinos e indígenas y otras fuerzas políticas, alcanzaron 1’761.250 sufragios a nivel nacional, principalmente en las provincias centrales de la sierra y en Azuay, en rechazo a los ejecutores del neoliberalismo a la ecuatoriana y, en repudio al correísmo-morenismo represor, saqueador y antipatria; tampoco, en apoyo al candidato Yaku Pérez Guartambel, que no representa ninguna propuesta de izquierda ni ecologista, sino un ascenso personalista, que arrasa con lo que se interpone en su camino impidiéndole consolidarse como el único, el ungido para salvar el “agüita”.
El voto nulo representa y garantiza la independencia política que mantienen los ecuatorianos frente a dos propuestas de derecha inteligentemente camufladas.
Porque saben que el papel aguanta todo y los ecuatorianos no leen ni analizan los planteamientos, sino que recogen y hacen suyos los criterios de los medios de comunicación y de los que se hacen llamar analistas políticos, encargados por unos dólares más de encubrir las tesis privatizadoras de parte y parte, de la represión y desmantelamiento del Estado, de la desaparición de las organizaciones sociales y políticas de izquierda para crear desde el Estado sus propias organizaciones políticas, libre de toda oposición y en apoyo incondicional a los planes de gobierno del presidente de turno; en este caso el señor Lasso Mendoza.
Es el continuismo del correísmo sin correa es la consolidación del neoliberalismo autoritario como poder político, conducido por la alianza inter burguesa conformada por CREO-DP-PSC, que se enrumban hacia Carondelet para renovar acuerdos que los beneficien aún más a los grupos empresariales y financieros. Entablarán diálogos para quemar tiempo con los sectores sociales, populares, de campesinos e indígenas, de jóvenes y mujeres, dirán y hasta juraran que cumplirán con el ofrecimiento de construir 200.000 casas para los campesinos, de entregar de créditos a los agricultores, de la generación de 2’000.000 de plazas de trabajo, de más empleo juvenil sin experiencia previa y libre ingreso a las universidades.
Creen que van a cumplir con lo ofertado, si en ellos no está la solidaridad sino el lucro. No prima la repartición de la riqueza sin el acaparamiento de la misma. No ejecutarán una reforma agraria entregando la tierra a los campesinos e indígenas, sino que la monopolizarán para el agronegocio y venderán tierras fértiles a extranjeros; las empresas públicas rentables como CNT, las centrales hidroeléctricas: Sopladora, Delsitanisagua, Coca Codo Sinclair, Minas San Francisco, el Banco del Pacífico, Petroecuador, Tame, Flopec, las venderán a sus panas nacionales o extranjeros, sin importarles que el Estado se quede sin ingresos económicos, aumente su déficit, la deuda externa y el desempleo se incremente. Se declararán ecologistas, defensores del medio ambiente y del agua, pero entregaran concesiones mineras a raudales a empresas chinas, rusas y norteamericanas; a todo pulmón dirán que defienden al IESS y al BIESS, pero no descansaran hasta verlos en manos privadas.
Declararán que la salud es pública, gratuita y los socios o propietarios de las clínicas particulares aumentarán sus ingresos descomunalmente, porque, para los privados primero está la plata, la tarjeta de crédito, antes que la vida; se enmascararán de nacionalistas pero firmarán acuerdos financieros con el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y los Tratados de Libre Comercio con los EE.UU.; manifestarán ser defensores de los Derechos Humanos, pero ordenarán represiones brutales cuando el pueblo salga a defender la no privatización de sus recursos naturales y los bienes públicos, a protestar contra la minería a cielo abierto, en defensa del agua y sus fuentes hídricas, entonces veremos y constataremos una vez más, que las fuerzas represivas del Estado jamás fueron creadas para mantener la seguridad interna y externa, nunca entrenadas sino amaestradas para defender los intereses económicos de la burguesía, los reclamantes, los protestones, dejaremos de ser hombres de paz, nos convertirán en terroristas, en peligrosos delincuentes y nos condenarán a prisión por atentar contra la seguridad del Estado.
Referencias:
[1] Ver Revista EKOS Negocios, N° 323 de abril de 2021.- Pág. 34 y 48
[2] Ver https://www.cepr.net/las-preocupantes-actividades-financieras-de-un-candidato-presidencial-ecuatoriano/
[3] Ver http://www.ecuadorenvivo.com/politica/24-politica/69218-este-fue-el-audio-que-llevo-a-eduardo-mangas-a-renunciar.html#.YIjaJ7UzY2w
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