Lo que nos faltaba: una izquierda franquista
Juan Cuvi / Ecuador Today
Foto: magnet-xataxa
Juan Carlos Monedero, el delegado del partido español Podemos a los comicios del 7 de febrero, es la prueba fehaciente de que se necesita más de una generación para superar 40 años de dictadura. Su discurso descalificador en contra de Yaku Pérez es una loa al franquismo: por racista, supremacista y colonialista. Monedero sería feliz exhibiendo a Yaku Pérez en una jaula, ataviado con plumas y taparrabo, para así poder honrar su condición de indígena. Como hicieron los reyes católicos hace cinco siglos.
En esta misma línea, y a nombre de un supuesto progresismo, el populismo internacional ha desatado una campaña racista digna de los más sofisticados manuales de exterminio étnico. Absolutamente vomitiva. Encaramados en una retórica de izquierda añeja y anquilosada, corifeos, portavoces e intelectuales funcionales se han dado a la ingrata tarea de apuntalar la candidatura perdedora de Andrés Arauz calumniando al candidato del movimiento indígena, de las organizaciones sociales y de la izquierda. ¡Como si no fuera suficiente con el discurso racista que los sectores oligárquicos desempolvaron durante el paro de octubre!
¿Por qué las elecciones en el Ecuador han desatado estas reacciones fanatizadas y plagadas de odio en sectores que, se supone, abogan por un mundo más justo y solidario? Pues por la simple posibilidad de que el maquillaje se les diluya al calor de los acontecimientos políticos. En el Ecuador no solamente se juega una opción contra la derecha más recalcitrante, sino también contra el populismo corrupto y embustero. Los autodenominados progresismos perciben que, de ganar la candidatura de la izquierda en el Ecuador, su estantería empezará a rodar por los suelos. No solo la estantería; hasta el piso puede desfondarse.
¿Cómo contraponer un tibio discurso reformista a un imaginario anti sistémico? ¿Cómo reivindicar la modernización capitalista frente a la plurinacionalidad? ¿Cómo justificar la minería a gran escala frente a la defensa del agua, de la naturaleza y de los derechos ancestrales? ¿Cómo promover una política provida frente a la posibilidad de despenalización del aborto? Sin hurgar muy hondo, las contradicciones entre una propuesta reaccionaria y una de avanzada saltan a la vista. Las definiciones fundamentales, que son las que pueden dar identidad a un proyecto de izquierda, están indudablemente en el campo del movimiento indígena, del Parlamente de los Pueblos, del movimiento de mujeres, de los ecologistas, de Pachakutik.
Mal pronóstico para unos grupos políticos que, por defender sus prebendas burocráticas, están sacando a la luz su catadura miserable. Históricamente, el racismo ha sido uno de los crímenes más execrables de la humanidad. Y el racismo encubre otras diferencias que también se buscan exterminar: en Alemania, detrás de los judíos venían los comunistas; en la España franquista, detrás de los gitanos venía los homosexuales.
¿Quién iba a pensar que el fantasma de Francisco Franco, caudillo de España por la gracia de Dios, todavía estuviera rondando por los resquicios más insospechados?
https://ecuadortoday.media/2021/02/09/opinion-lo-que-nos-faltaba-una-izquierda-franquista/
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