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Los "jardineros" de Internet resisten el apagón de comunicaciones de Gaza

Chiara Cruciati ( Sin Permiso)




Gráfico tomado de Access Now


Una polea, un cubo, un “smartphone” y una e-SIM: así se construye un "árbol de red" en Gaza. El objetivo consiste en proporcionar acceso a la Red al mayor número posible de personas. No es sólo para comunicarse con el mundo exterior, sino para mantenerse en contacto con familiares y amigos, coordinar las labores de socorro, localizar a los desaparecidos y mantener una noción de comunidad después de que la guerra la haya hecho pedazos.


Desde octubre, Gaza es un agujero negro en Internet, o casi. El volumen de tráfico ha caído en picado. Ya no hay puntos de transmisión debido a los ataques aéreos contra la infraestructura de telecomunicaciones, los apagones intencionados y las restricciones de acceso a la electricidad. El Instituto de Tecnología de Georgia [EE.UU.] ha hecho un seguimiento del punto negro en el mapa: del 95% de conectividad el 6 de octubre a una cifra que oscila entre el 30% y el 1%.


"El control de Israel es meticuloso: las empresas palestinas PalTel y Jawwal han sido objeto de amplios bloqueos. Los que están dentro de Gaza luchan por conectarse a una red", nos cuenta Manolo Luppichini, uno de los impulsores de Gazaweb, un proyecto colectivo que ha crecido en el seno de la ONG italiana ACS. Cuenta con los conocimientos técnicos de personas que se han puesto a su disposición para crear soluciones que contrarresten los efectos de los apagones.


Gaza es una pequeña franja de tierra, de sólo 360 kilómetros cuadrados, apretujada entre dos Estados, Egipto e Israel. Quienes viven en las zonas fronterizas y tienen tarjetas SIM israelíes o egipcias consiguen conectarse, pero son muy pocos. La idea de los "árboles de red" surge de un intento de sortear la escasez de tarjetas SIM, electricidad y conectividad a las redes de Gaza: "Desde el 7 de octubre es imposible introducir tarjetas SIM clásicas. Sin embargo, existen las e-SIM, una versión virtual de la tarjeta que se introduce en el teléfono", explica Luppichini. "Se activan a través de un código QR. Las suelen utilizar turistas y empresarios: compran paquetes de datos para poder estar conectados a internet en todo momento, mientras se desplazan incluso de un país a otro."


Tras una campaña de recaudación de fondos cuya primera fase contó con la colaboración de AICS (Asociación para la Cooperación y la Solidaridad Internacional), Gazaweb ha conseguido enviar las e-SIM por correo electrónico o WhatsApp. Los códigos QR sirven para activar las conexiones, ya no con los repetidores gazatíes, ahora destruidos, sino con los egipcios o israelíes a través de “smartphones” de última generación. Después del 7 de octubre, éstos han volado de las estanterías en Gaza: quienes los poseen pueden darles un uso común, creando un punto de acceso para decenas de personas.


Para alcanzar un radio de difusión mayor, el teléfono tiene que colocarse en alto, para que la señal pueda sortear los obstáculos físicos. Para ello se utilizan cubos y poleas. "Intentamos crear una red que sea más popular y accesible. Con los fondos recaudados, hemos comprado unas 20 e-SIM, concentradas en la zona de Deir al Balah. Estamos haciendo contactos al objeto de poder enviarlas también a otras zonas. Con AICS, tenemos una red de contactos que pueden apoyar el trabajo".

Hay otro obstáculo que superar: la electricidad necesaria para cargar los “smartphones”. Manolo nos muestra un cargador portátil que cabe en una mano: tiene varios puertos USB y un panel solar incorporado. El objetivo es introducirlos en Gaza, una operación compleja dado el meticuloso control que Israel ejerce sobre cada artículo que llega. Todo lo que produce energía se devuelve. "Nuestra esperanza es entregar tantos como sea posible para que estos árboles florezcan y se hagan virales. Se trata de una cuestión política".


El acceso a la comunicación y la información es un derecho fundamental reconocido por las Naciones Unidas. Por ello, en otros escenarios, las agencias de la ONU se han esforzado por actuar. Por ejemplo, el Programa Mundial de Alimentos, que cuenta con un equipo especializado, el Grupo de Telecomunicaciones de Emergencia, que trabaja para proporcionar conectividad telefónica y de Internet a las organizaciones humanitarias y a la población civil, haciendo uso de equipos instalados localmente.


En el caso de Gaza, fuera del alcance de estos equipos debido a los bloqueos israelíes, se podría hacer lo mismo desde la frontera egipcia. Así se conseguiría cubrir grandes zonas. También existe la tecnología WiMax, una forma de WiFi aumentada a larga distancia que, sin embargo, requiere que el equipo in situ se instale en altura, como en un tejado. Con los drones israelíes sobrevolando cada rincón de Gaza, WiMax es una quimera: el tejado o la casa que albergue el equipo podría acabar en el punto de mira de la aviación israelí.


"A falta de intervención institucional", concluye Luppichini, "la solución más eficaz es la de las e-SIM. Sin embargo, se trata de un parche. Harían falta verdaderos repetidores, como se ha logrado en otros lugares". En Chiapas y Rojava se han puesto en marcha proyectos similares: han creado redes alternativas que proporcionan a la vez teléfono y conexión a Internet."

Aunque Gazaweb parece más bien una iniciativa simbólica, es una iniciativa política y popular, que canaliza la energía dentro y fuera de la Franja. Proporciona apoyo financiero a los "jardineros de la web", los operadores de la red que la "plantan" y la hacen accesible. "Gazaweb es una operación simbiótica, colaborativa y comunitaria".


Chiara Cruciati

il manifesto global, 16 de marzo de 2024


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