Santos, el Paro y el Acuerdo de Paz
Gearóid Ó Loingsigh / El Salmón Urbano
Foto: Chicago Tribune
Alguna gente preguntaba dónde estaba Juan Manuel Santos durante el paro, pues no se había pronunciado. Esta misma gente esperaba a los pronunciamientos de Santos, como si fuera un salvador que podía arreglar el país, ignorando su propio papel en el aumento de la miseria y pobreza y su propia record ante las protestas en distintos momentos de su carrera política.
Santos puso fin a su ansiedad y dio entrevistas donde afirmaba que la implementación del Acuerdo de la Habana con las FARC y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas resolverían los temas del paro. Santos afirma en una entrevista con Caracol que
He venido analizando esta situación hace un tiempo y me preocupa muchísimo lo que está sucediendo, también por el día después y lo que estamos incubando: más odio, más miedo, más resentimiento y eso tenemos que evitarlo. Colombia no puede seguir tan polarizada y dividida. Por eso, hay que tender puentes; tenemos los elementos para construirlos.[1]
Santos habla como si nunca fue presidente del país. Cumplió dos mandatos como presidente (2010-2018), ministro de defensa (2006-2009), ministro de hacienda (2000-2002) y ministro de comercio exterior (1991 - 1994). Este último cargo lo ejerció durante la gran apertura de la economía que empobreció más aún a los campesinos y obreros, destruyó la producción agrícola y golpeó a la industria nacional también. Y ahora viene a decir que el país no puede seguir polarizado. Un poquito tarde. Habla como si no fue él como ministro de defensa quien tiene la responsabilidad por una buena parte de los 6.402 falsos positivos que la JEP reconoció. También olvida que él mismo como presidente mandó el ESMAD una y otra vez y volvió infame su frase "Tal paro no existe", su propia respuesta ante las exigencias del pueblo colombiano. Sonríe y pone cara de yo no fui. Pero fuera de su hipocresía y cinismo, ¿hay algo en sus aseveraciones que en los ODS y el Acuerdo de la Habana está la solución al paro?
Parar Santos los ODS tratan temas como la ampliación de la cobertura en educación y la reducción pobreza etc. Y sí es cierto que los tratan, pero no quiere decir que los resuelven o siquiera intentan resolverlos.
Los objetivos en sí se leen como una lista de deseos o como parte de un programa electoral que todos sabemos no se cumplirá. Se supone que nadie se opone a poner fin a la pobreza (ODS No.1), el hambre (ODS No.2), dar garantías de acceso a la salud (ODS No.3), o agua potable para todos (ODS No.6), pero no es así. Santos se opuso a más de uno de estos objetivos, ni hablar de todos los 17 objetivos. A lo largo de su carrera política ha apoyado a iniciativas como la reforma de la salud, la infame Ley 100 que tiene al sistema de salud en crisis, la privatización de servicios como la salud, la educación y también el agua. Así no estoy seguro cuáles son los supuestos objetivos de desarrollo sostenible que quiere implementar para resolver los temas del paro, cuando él es uno de los arquitectos históricos de la situación en que nos encontramos y apenas dejó la presidencia hace 3 años.
El concepto de desarrollo sostenible no es nuevo y la los objetivos tampoco, pues en realidad son una extensión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en 2015 los gobiernos del mundo, mediante una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas acordaron adoptar los 17 objetivos y dijeron que "Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí́ a 2030".[2] Ni siquiera la ONU con sus grandiosas declaraciones vacías prometió terminar con el hambre y la pobreza para 2021, pero Santos quiere hacernos creer que sí. Pero eso no es el único problema con los ODS, es que no son sostenibles realmente y no pretenden terminar con la pobreza en sí, sino mejorar los indicadores frente a la pobreza extrema, es decir los que viven con menos de USD 1,25 por día.
La propuesta de los ODS es abiertamente neoliberal, es decir su solución está basado en continuar con las políticas que generan pobreza. En los ODS los gobiernos acordaron:
17.10 Promover un sistema de comercio multilateral universal, basado en normas, abierto, no discriminatorio y equitativo en el marco de la Organización Mundial del Comercio, incluso mediante la conclusión de las negociaciones en el marco del Programa de Doha para el Desarrollo... 68. El comercio internacional impulsa el crecimiento económico inclusivo y la reducción de la pobreza y contribuye a fomentar el desarrollo sostenible. Seguiremos promoviendo un sistema multilateral de comercio universal, basado en normas, abierto, transparente, predecible, inclusivo, no discriminatorio y equitativo en el marco de la Organización Mundial del Comercio, así como una verdadera liberalización del comercio. Exhortamos a todos los miembros de la Organización Mundial del Comercio a que redoblen sus esfuerzos por concluir lo antes posible las negociaciones sobre el Programa de Doha para el Desarrollo.
No nos debe sorprender y Santos mismo ha implementado varias políticas en Colombia que aumentaron la pobreza. Es a Santos a quien debemos la frase la locomotora minera. En su acto de posesión en 2010, anunció cinco locomotoras de la economía, entre ellas la minera. Santos promovió la minería a diestra y siniestra. Si bien la apuesta del Estado a la minería data, por lo menos, desde el gobierno de Samper (1994-1998) y los gobiernos de Pastrana (1998-2002) y Uribe (2002-2010) hicieron todo lo posible para crear un contexto legal favorable a la gran minería, es en los gobiernos de Santos que se ven los frutos de sus esfuerzos aunado a los mismos esfuerzos de Santos. La expansión minera conllevó mayores niveles de conflictos sociales, desplazamiento, amenazas contra dirigentes y empobrecimiento de las comunidades. Santos nos es nadie para hablar de polarización y conflicto. En su gobierno se aprobó la Ley 1448 más conocida como ley de restitución de tierras. Sin embargo, inicialmente Santos pretendió limitar el derecho de los campesinos a recuperar sus tierras donde había plantaciones de palma y otros proyectos, como luego intentó en su segundo Plan de Desarrollo limitar ese mismo derecho donde había un Proyecto de Interés Nacional por medio. La Corte Constitucional fue quien le puso un tataquieto. La avaricia de Santos y su gente no tiene límites. Muchas ONG y algunos políticos quieren recordar a los dos mandatos de Santos como presidente como años dorados, pero no lo eran, por lo menos no lo eran para la misma gente que está en las calles protestando ahora.
Santos dice que la implementación del Acuerdo de La Habana también solucionaría el paro. Hay muchos que prefirieron no leer dicho acuerdo y al mismo tiempo declarar que contiene propuestas y soluciones que no tiene. Muchos ignoran que dicho acuerdo promueve explícitamente el agroindustria, agricultura comercial de escala y la inversión en el campo con visión empresarial (página 12) y la asociatividad entre campesinos y multinacionales (página 33). No es el gran acuerdo a favor de los campesinos que algunos imaginen. Es de suponer que Santos como firmante de dicho acuerdo lo ha leído y conoce su contenido. Así cuando habla de ese acuerdo como algo que resuelve los temas del paro, no se equivoca, sino miente descaradamente.
El acuerdo no habla de impuestos, salvo el impuesto predial en zonas rurales y no trata en ninguna parte el tema de IVA. El tema de salud lo trata como un problema de consumo de drogas, y algunas acciones asistencialistas para desplazados. En ninguna parte habla de la salud como un derecho, aunque en el punto 1.3.2 habla en términos muy generales de un Plan Nacional de Salud Rural y el acceso a servicios de salud en zonas rurales y el acceso para guerrilleros desmovilizados. Nada de eso se hizo, pero no se debe exclusivamente a la no implementación del acuerdo sino a las políticas estatales para el campo y para el sector de salud. No le hacía falta a Santos firmar un acuerdo de paz para poder construir clínicas ni dotarlas. No lo hizo por que ni el campo ni la salud fue una prioridad para ninguna de los gobiernos en que participó, bien como ministro o presidente.
A las FARC tampoco les interesaba mucho el tema de la salud para la población general. No lo negociaron en La Habana y luego se limitaron a exigir un sistema especial para ellos.
Un régimen excepcional de salud que implique atención y tratamiento a todo tipo de patologías sin restricción, y sin periodos mínimos de afiliación, exigió al Gobierno la guerrilla de las Farc, de cara a la desmovilización de sus integrantes. ‘Pastor Alape’, miembro de las Farc en la Comisión de Reintegración que se creó luego de la entrada en vigencia del acuerdo de paz, reveló que los miembros de esta organización requieren un régimen especial que cubra las diversas enfermedades que muchos de ellos padecen. A finales del año pasado, el Gobierno Nacional había anunciado que los guerrilleros pasarían al sistema subsidiado de salud.[3]
Si bien es cierto que los guerrilleros son un grupo que padece problemas muy particulares de salud, no son distintos a los problemas de las poblaciones rurales del país por un lado, y tampoco son muy distintos de los problemas que enfrentan los jóvenes víctimas de la violencia en los barrios pobres de las grandes ciudades. Las FARC en vez de buscar una solución a los problemas del sistema de salud, intentaron obtener privilegios respecto al resto de la población. En ninguna parte del acuerdo se plantea una reforma o mejora del sistema, una revocatoria de la Ley 100 o un aumento en la capacidad de los hospitales, algo que ahora en plena pandemia de Covid-19 nos habría servido mucho, pero no les interesó.
En cuanto a la policía y las fuerzas armadas, no tiene mucho que decir sobre la violencia policial que vemos en las calles de Colombia ahora, sino habla del papel de la Policía en las zonas donde se agrupaban los desmovilizados. No tiene nada que decir sobre la violencia policial. No hay ni una palabra sobre una reforma de la Policía, y aunque habla de garantías para los guerrilleros, no aborda el tema de las garantías para el derecho a la protesta en Colombia.
Santos, sus acólitos, hinchas en las ONG, las bancadas del Polo y Colombia Humana en el Congreso, lo saben. En medio de la revuelta popular más grande desde el Paro Cívico de 1977, ellos quieren reescribir la historia, su propio papel y así distorsionar como vemos la realidad de este paro. Todos ellos pusieron su granito de arena en llevarnos a este punto, son sus políticas, complicidad o silencios. Ahora que nos hagan el favor de callarse la jeta, como se dice popularmente, y dejar al pueblo luchar y deshacer todo el daño que nos hicieron, tantos unos como otros, tanto Uribe, como el mismo Santos.
Bibliografía
[1] El Espectador (18/05/2021) Santos dice que la solución al paro está en Acuerdo de Paz y en Objetivos de Desarrollo Sostenible https://www.elespectador.com/politica/santos-dice-que-solucion-al-paro-esta-en-acuerdo-de-paz-y-en-objetivos-de-desarrollo-sostenible/ [2] La resolución se puede consultar aquí https://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/70/L.1&Lang=S [3] Miguel Barrios (01/02/2017) Farc exigen sistema especial de salud. El Heraldo. https://www.elheraldo.co/politica/farc-exigen-regimen-especial-de-salud-324841
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