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UCRANIA: DESAFÍO POR LA PAZ


Pedro Pierre / vía correo electrónico


Foto: El espectador


La guerra es siempre condenable porque es una espiral que crece en destrucciones y muertes. Hay que condenarla siempre, actuar para detenerla y construir entre nosotros una cultura de paz y una organización social promotora de paz. Construir la paz se logra desterrando las raíces de la violencia y fomentar la justicia entre nosotros y en nuestros gobiernos.


Para comprender la invasión de Ucrania por parte de Rusia, hay que analizar los hechos y dejar de clasificar a las personas y los países, los unos en buenos y los otros en malos. Remontemos al final de la segunda guerra mundial (1939-1945). Por su compromiso militar en armas y soldados a favor de Francia, Inglaterra y Rusia, Estados Unidos entró de lleno en la escena mundial. Recordemos que quien provocó la caída de Hitler fue la URSS, hoy Rusia. Al terminar la guerra en 1945, EE.UU. aprovechó la destrucción y sumisión de Alemania para pasar a ser el país hegemónico mundial en ventas de armas, en crecimiento económico y en dominación financiera. Esto provocó el auge del capitalismo tanto en EE.UU. como en Europa. Por fortalecer la extensión mundial del capitalismo se creó la OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre EE.UU. y Europa, cuyo comandante en jefe es siempre un norteamericano. Cuando el sistema capitalista no lograba imponerse, estallaban nuevos conflictos. Entre los años 1945 y 2001 en 153 regiones del mundo, de los 248 conflictos armados que se produjeron201 fueron iniciados por EE.UU., lo que supone el 81 % del número total.


Mientras tanto la URSS, golpeada por la guerra y un socialismo impuesto por el gobierno comunista no lograba consolidarse ni edificar la unión sólida de sus repúblicas, se desintegraba en 1989, posibilitando la independencia de varias de sus repúblicas, en particular los llamados país de la Europa del Este. Poco a poco la URSS volvió a recomponerse, llamándose “Federación Rusa” con una docena de repúblicas, y adoptó un estilo mixto de gobierno socialo-capitalista. Desde esa época, Vladimir Putin creció como el hombre fuerte, llegando a presidente de Rusia desde 2012.


En 1997, por la llamada “guerra fría” entre Rusia y EE.UU.-Europa, se firma un acuerdo militar en Minsk, capital de Bielorrusia (república de la Federación Rusa). Este preveía que la OTAN no podía integrar países fronterizos con Rusia, por el motivo de que, por ejemplo, un misil nuclear implantado en Donbás, al este de Ucrania, necesitara 5 minutos para alcanzar Moscú.

Veamos ahora el conflicto que pasa a ser la destrucción de Ucrania. Su capital es Kiev que en siglos pasados fue capital de Rusia. La mayoría de su población es de ascendencia rusa y ésta es mayoritaria en la provincia fronteriza con Rusia: Donbás. Al independizarse de la URSS en 1989, Ucrania tuvo gobiernos amistosos con Rusia y la región de Donbás reclama su independencia. En 2014, EE.UU. y Europa fomenta un golpe de Estado. Se posesiona un gobierno de extrema derecha enemigo de Rusia y fomenta grupos neonazis dedicados a hostigar a la población de origen rusa, en particular en la región de Donbás, para que se vaya a Rusia.


El conflicto con Rusia comienza hace unos meses cuando el gobierno de Ucrania habla de unirse pronto a la OTAN y crece el hostigamiento militar con bombardeos a las 2 provincias de Donbás. Los habitantes de estas 2 provincias piden ayuda a Rusia para ser acogidos como refugiados, principalmente mujeres y niños. Rusia les otorga pasaportes rusos. Los varones se quedan para defender su territorio ancestral. Europa y EE.UU. envían a Ucrania millones de dólares y armamento militar; EE.UU. aumenta el número de sus tropas acampadas en Europa. Anuncian sanciones económicas a Rusia en caso de intervención militar. De paso notemos que China se queda al margen del conflicto, pero afirma que cada país tiene derecho a precautelar su seguridad.


Al continuar Ucrania los bombardeos al Donbás y la llegada de armas a Ucrania, Rusia decide intervenir para proteger la población de Donbás e impedir que Ucrania entre en la OTAN. Comienza la invasión rusa con bombardeos masivos los objetivos militares, control de las mayores ciudades para derrocar al gobierno ucraniano y el comienzo de negociaciones. Mientras los gobiernos tanto EE.UU. y Europa se reúnen para condenar la invasión rusa y tomar medidas económicas con Rusia… con el apoyo discordante de varios países europeos que temen perder su comercio con Rusia y el aprovisionamiento en gas que viene mayoritariamente de Rusia. El gobierno ucraniano denuncia que se sienten utilizados y traicionados por EE.UU. y Europa.


Saquemos unas conclusiones. Quiénes provocaron el conflicto son EE.UU. y Europa al no respetar los acuerdos de Minsk con Rusia e presionar al gobierno de Ucrania a entrar en la OTAN. Quién persigue y mata a la población rusa de Donbás es el gobierno de Ucrania. Quién decide los bombardeos a Ucrania y la toma de su capital, Kiev, es Rusia. Los grandes medios internacionales de comunicación, controlados por la industria militar norteamericana, dan noticias que favorecen a EE.UU. y Europa, las unas exactas pero muchas incompletas o falsas. Por otra parte, la mayoría de nuestros medios de comunicación nacionales repiten sin investigar las noticias que reciben de los grandes medios internacionales.


Entre los motivos escondidos del conflicto, vemos cómo EE.UU. está perdiendo la hegemonía mundial y busca un salida mediante un conflicto con Rusia, por el intermediario de Ucrania. Rusia tiene el armamento más sofisticado y eficaz del planeta y China domina el comercio mundial. Además EE.UU. no logra resolver sus problemas sociales internos: el racismo contra los negros y los migrantes latinos, la multiplicación de armas pesadas en manos de sus ciudadanos por ser de venta libre, la presión cada vez mayor del ex presidente Donald Trump de los grupos más derechista y fascistas (la “minoría blanca”), el desempleo creciente, la inflación en aumento constante la impresión sin control de dólares sin de respaldo suficiente… Una guerra le viene bien al gobierno para unir en torno a el a la población norteamericana.


De esta manera también, los grandes medios de comunicación internacionales se olvidan de la guerra genocida en Yemen, el hambre generalizada en Etiopía, del genocidio de los Palestinos por Israel, de los bombardeos de EE.UU. en Siria, de los conflictos guerreros y el saqueo de las riquezas en África por parte de los antiguos gobiernos coloniales de Europa con la consecuente migración por el hambre, la inseguridad y la explotación… Además, mucha gente está cansada del coronavirus y de su manipulación financiera …


Hemos de preguntarnos cuándo y dónde el próximo foco de tensión que beneficie al neoliberalismo occidental y sus países secuaces, en particular en América Latina… Hemos de preguntarnos también, por una parte, que hacemos para entender la verdadera situación de nuestro mundo y de nuestro país y, por otra, como construimos una cultura de paz y el establecimiento de más justicia en nuestra familia, vecindad, profesión y país. Por nuestro individualismo, desorganización y quemeimportismo fomentamos la violencia al nivel local y nos hacemos cómplices de las guerras al nivel internacional. Que la no violencia activa y colectiva de Gandhi sea un faro que oriente nuestra manera de vivir y convivir.


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