Votar nulo como muestra de rechazo

En Marcha

Foto: redes sociales

Varias organizaciones populares y sociales como el Frente Popular y la CONAIE, así como Unidad Popular y Pachacutik han hecho público su decisión de llamar a votar nulo en la segunda vuelta, como forma de rechazo al fraude electoral que el CNE en contubernio con el Tribunal Contencioso Electoral protagonizaron. Esta decisión ha generado que varios sectores de las dos candidaturas, Arauz y Lasso, levanten sus cuestionamientos y mediante sofismas argumenten que votar nulo significa beneficiar a la opción contraria, es un voto “desperdiciado” dicen.

Los trabajadores y los pueblos tenemos el derecho a tomar una decisión política independiente de las opciones burguesas. Poseemos nuestros propios objetivos, estrategia y táctica para enfrentar el escenario actual y utilizarlo a favor de la lucha por la emancipación social y nacional. Ninguna de las dos opciones, ni Arauz ni Lasso, representan a los sectores populares; ambos han dado muestra de personificar a las clases dominantes y el capital financiero internacional. El pueblo en la primera vuelta tuvo una opción electoral que representó Yaku Pérez y el programa de gobierno sistematizado en “Minka por la vida”, misma que fue despojada de su votación

Anular el voto es una forma de negarnos a escoger nuestro verdugo, se convierte en un símbolo de rebeldía frente al opresor, que mediante maniobras quitó la posibilidad de optar por una propuesta electoral propia de las clases trabajadoras. Ambas opciones representan las posiciones más reaccionarias y retardatarias en el país. Por un lado el “progresismo” y su estrategia de división del movimiento social y criminalización de la lucha social, por el otro, el neoliberalismo y su agenda Opus Dei. No se trata de escoger “el mal menor” o “a quien hacer oposición”; ambos proyectos son opciones de la burguesía, que buscan afectar los derechos de los trabajadores, indígenas, mujeres, jóvenes. Rayar la papeletea se convierte en una opción de resistencia frente a la opresión que ambos candidatos representan, es una forma de disidencia frente a los afanes del capital de encasillarnos en estos finalistas, que representan los intereses del capital financiero internacional.

La independencia de clase es un principio revolucionario que guía la política de acumulación de fuerzas para la revolución. Los revolucionarios desarrollamos una política propia, cuyo objetivo es unir las fuerzas para conquistar el poder. La actual correlación de fuerzas políticas, hace necesario que la corriente electoral que se expresó en la votación por Yaku hoy enuncie su rechazo al fraude, este es un primer paso para iniciar la política de oposición popular a cualquiera de las dos opciones que surjan de la elección del 11 de abril. Votar nulo no es desperdiciar el voto, es afirmar el proyecto político de unidad, de identidad programática entre los sectores que luchamos en Octubre de 2019 y que trabajamos por la candidatura de Pérez.

El voto nulo es una opción de los trabajadores que muestra el rechazo a la práctica política del populismo correísta y el neoliberalismo de Lasso, es una expresión de cuestionamiento al proceso fraudulento. No significa ningún apoyo directo o indirecto hacia alguno de los candidatos, por el contrario, es un rechazo al proceso electoral en su conjunto.

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