La Masacre de los Trabajadores de AZTRA de los de Octubre de 1977
- Varios para ABP ecuador
- 5 nov 2018
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La sangre de los caídos no será negociada
La lucha de los asalariados agrícolas en nuestro país, se inicia con las Montoneras de los Chapulos, formadas par peones conciertos de la costa alzados en armas, primero bajo las banderas del liberalismo Alfaristas y luego bajo la dirección del partido liberal obrero, lucharon hasta liberarse del concertaje (1918). Luego con la conformación de los sindicatos agrarios, como la Sociedad de Cacahueros en las plantaciones de producción destinadas a la agro exportación, para luchar por el derecho al salario, la jornada de trabajado de ocho horas, el fi de toda forma de trabajo precario, el derecho a la educación, a la salud y a la tierra hace de las organizaciones de asalariados agrícolas, centros de la agitación social, constituyéndose en uno de los principales animadores de la primera insurrección obrera ocurrida el 15 de Noviembre de 1922 y el punta de partida de la organización del movimiento campesino agrarista, que desde 1936 desata la lucha por la Reforma Agraria bajo el lema "la tierra es para quien la trabaja".
Entre 1975 y 1979 se acentúa la represión contra el movimiento campesino, con el pretexto de conjurar la amenaza de la aparición de guerrillas comunistas, el Estado y los terratenientes dan la arden a los escuadrones de muerte y a los asesinos pagados para que se desate el terror en el campo, comenzaron los asesinatos de los líderes campesinos, las matanzas indiscriminadas en las haciendas, la persecución y el encarcelamiento de dirigentes campesinos, constituyendo uno de los capítulos mas siniestros, la masacre de los trabajadores de AZTRA, el 18 de Octubre de 1977, el terror y la impunidad formaron parte de la ofensiva de la derecha para desarticular y derrotar al movimiento campesino clasista y el proyecto clasista de lucha de los trabajadores del campo y la ciudad.
El gobierno militar del Triunvirato en el periodo de 1976 a 1978, estaba fuertemente integrado a los intereses de la burguesía oligárquica y so pretexto de defender la paz social, y las condiciones para propiciar el retorno al régimen de derecho, incluso bajo la muletilla de defender a la clase obrera de la utilización de los extremistas, se Lanzó a una campaña desenfrenada de represión cuyo objetivo era desarticular el movimiento popular, pero la indignación del pueblo frente a las condiciones de miseria se expresaba constantemente en \melgas, paras y movilizaciones.
Es en estas circunstancias que los, trabajadores de la industria azucarera desataron el movimiento huelguístico en defensa de sus derechos sindicales y laborales. Ya que mientras el gobierno decretaba alzas constantes en el precio del quintal de azúcar, lanza a su vez el Decreta # 1784, mediante el cual deja insubsistente la participación' de los trabajadores en el porcentaje de las utilidades que les correspondía por el alza del precio del azúcar, como se hallaba estipulado en los contratos colectivos.
Pues los dueños de los ingenios se quejaban de que los trabajadores de la industria azucarera ostentaban una situación privilegiada en el país (como se alega hoy, que tienen los trabajadores con nombramiento o contrato fijo). Así, el dueño del Ingenio San Carlos se niega a entregar utilidades a los trabajadores alegando perdidas, esta posición, de los empresarios azucareros (X. Marcos, Luis Noboa, Ponce Luque, entre otros) es respaldado par comentarios periodísticos en los que se declaran sorprendidos por las impresionantes ventajas que tienen los trabajadores azucareros en contraposición a la situación de los empresarios y se conduelen de los pobres ecuatorianos que pagan cara el azúcar
para costear la bonanza de los trabajadores de los ingenios.
El20 de septiembre de 1977, el Comité de Empresa de los Trabajadores de AZTRA, presenta un pliego de peticiones ante el Inspector de Trabajo de Azogues, solicitando se cumpla las clausulas estipuladas en el contrato colectivo. Las autoridades del trabajo y los empresarios de AZTRA dan
largas a! asunto. El 18 de octubre los trabajadores de AZTRA se toman las instalaciones del ingenio y decretan la huelga. El gerente general de AZTRA, coronel Jesús Reyes Quintanilla se comunica inmediatamente con Duran Arcentales pidiendo el envió de dotaciones policiales. AI mismo tiempo el Ministro de Trabajo, coronel Jorge Salvador, el Ministro de Gobierno general Bolívar Jarrín Cahueñas y el gerente de la Comisión de Valores, Quevedo Toro, claman por el desalojo de los huelguistas. Duran Arcentales ordena a Jarrín Cahueñas el envió de tropas al ingenio para que desalojen a los trabajadores.
Se envía un piquete de 150 policías anti motines, del batallón de FUMISA, conocidos como el escuadrón de la muerte, al mando del mayor Lenin Cruz, quien mediante un grito da la arden funesta: "mis so1dados, mis policías, bala y bala, carajo, bombas y bombas, carajo, carajo", "mátenle al que asome, que yo sabré ponerme a! frente" y en contados segundos la policía rompe la puerta de entrada, lanza abundantes gases lacrimógenos y dispara sus fusiles contra los trabajadores, mujeres y niños, que se encontraban en el interior del ingenio. La policía los persigue y golpea salvajemente.
Numerosos trabajadores caen en la acción, los que más luego son arrojados al canal de riego que circunda el edificio, para decir que han muerto ahogados.
En La Troncal se impuso el estado de sitio, pues los campesinos al verse indefensos ante la intimidación policial, recurrieron a salir a las calles con sus carabinas, !o que fue catalogado por el gobierno como grupos armadas que se apoderaban de La Troncal. El pueblo de La Troncal apenas si
podía contener su ira y organizan una valerosa resistencia que culminaría una semana después, exigiendo la entrega de los cadáveres de sus compañeras, pues se trató de hacerlos desaparecer aumentando el caudal del canal de agua para que los arrastrara la corriente, se dijo que muchos cuerpos fueran incinerados en las calderas del ingenio, incluso se llegó a afirmar que quemaron a algunos todavía vivos. E1 médico legista oficial Alberto Uyaguari aseguro que las muertes, según los resultados de la autopsia practicada por el, se produjeran por ahogamiento y no por los disparos de la policía, lo que fue desmentido por los médicos legistas de la Universidad de Cuenca.
120 vidas fueran segadas en AZTRA por el delito de protestar contra la orden judicial que exigía su desalojo, pues su huelga era justa y legal. En el momento de la masacre se encontraban dentro de las instalaciones del Ingenio AZTRA, cuatro mil trabajadores con sus mujeres e hijos, quienes fueron emboscados y fusilados a pesar de que estaban desarmados y no podían defenderse, entre los 120 caídos se contaron a los trabajadores, las esposas y los niños.
La noticia de la masacre se riega por todo el país, que se estremece por este nuevo holocausto de la clase obrera, realizado en nombre del arden y la democracia.
El Ministro de Gobierno intenta justificar la masacre diciendo: "la policía actuó por mandata clara del Código de Trabajo, para precautelar las instalaciones y las propiedades de la empresa". El directorio de la empresa AZTRA, adujo que se pidió la presencia de las dotaciones policiales, para proteger los bienes de la empresa, que corrían peligro en manos de los huelguistas y que este hecho se ajustaba a expresas disposiciones legales. El Ministro de Trabajo declara: "que los sucesos de AZTRA son el resultado de la ambición desmedida de lucro de los dirigentes sindicales y abogados Laborales, quienes han incurrido en el cometimiento de actos ilegales, que violan los principios y derechos de
propiedad". A esta sui generis interpretación de los hechos, se une un columnista del diario El Telégrafo conocido con el seudónimo de Edgardo (Eduardo Arosemena Gómez), quien afirma; "la racha huelguística y los atropellos de los procedimientos, como en el caso de AZTRA, lo provocan los dirigentes de los trabajadores, esos rábulas a sueldo de la política ideológica comunista". El arzobispo de Guayaquil Juan Larrea Holguin, tradicional aliado de la oligarquía, pide: "por Dios, hagamos un esfuerzo para conservar la calma y la serenidad suficiente para olvidar rencores y perdonar las injurias y dejar que la justicia sancione a los responsables, a los agitadores profesionales". No debemos olvidar que los capitalistas se val en de los códigos y de las Leyes para justificar la represión contra los trabajadores en defensa de su bien más preciado, la sacrosanta propiedad privada.
Los trabajadores de todo el país condenaron el crimen y llamaron a asambleas y movilizaciones para exigir la Liberación de los detenidos y el castigo de los culpables. Las centrales sindicales declaran tres días de luto nacional y convocan a protestas nacionales, a las que se unen los estudiantes de la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE), la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), la Asociación Escuela Politécnica (AEP), los ingenios San Carlos y Valdez declaran la huelga indefinida en solidaridad con los trabajadores de AZTRA, se producen manifestaciones de solidaridad de los obreros en Francia, Italia, Suecia. Las huelgas solidarias, las movilizaciones, los mítines, las asambleas de protesta continuaron por casi más de un año. La respuesta de la dictadura fue el encubrimiento de los culpables y la persecución a la clase obrera, varios dirigentes sindicales son encarcelados, los estudiantes apresados son condenados a la perdida
del año escolar, pero el movimiento obrera y popular no se desarticula y al año de la masacre responde allanamiento del Frente Obrero Revolucionario (FOR), que convoca al Para Nacional Clasista en conmemoración de los mártires de Aztra parando cinco minutos la producción en una buena parte de las fábricas del país.
Debemos recordar rendir homenaje a nuestros mártires porque solo la lucha nos dará lo que la ley y el
patrón nos niega.
FETRALPI, COCE, MAS, MGTL, ABP