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El día después del 20 de agosto




Acción ecológica


El 20 de agosto de 2023 será un día memorable. Tomaremos una decisión trascendental para el país: la posibilidad de decidir sobre temas trascendentales como es el modelo de desarrollo.


Muchas decisiones que tienen grandes impactos sociales y ambientales y vulneran los derechos humanos y de la naturaleza se toman en nombre de una mayoría que no opina. El 20 de agosto se convoca a esa opinión.

La consulta del Yasuní puede resumirse en si aceptamos hacer del Yasuní una Zona de Sacrificio, o si el Yasuní será un Paraíso a Recuperar y Restaurar.


Una zona de sacrificio es un lugar en el que aún sabiendo que hay afectaciones, se decide sacrificarlo. Con la justificación de que se lo hace en nombre de todos, con el recurso del miedo y por razones casi siempre económicas. A eso se le llama intencionalidad. Se suma una campaña desplegada en los medios de comunicación argumentando cifras desmedidas y el miedo a perderlas, para justificar el sacrificio de la zona más biodiversa del planeta.


Pero el hecho es que si de algo sabemos en el Ecuador es de los impactos de la actividad petrolera, de cómo se inflan las cifras cuando se quiere imponer un proyecto y cómo se desinflan cuando hay que rendir cuentas. Sabemos de los ofrecimientos que nunca se cumplieron y sabemos que lo que queda de la renta petrolera después de la corrupción, se destina a la deuda externa.


El 20 de agosto, la pregunta del Yasuní permitirá decidir sobre dejar el crudo del Bloque ITT en el subsuelo. Además se deberá, en un año, hacer el retiro ordenado de la infraestructura petrolera: desmantelar aquello que nunca debió construirse.


Es una consulta potente que impide la destrucción a futuro y evita la impunidad de aquello que se construyó con fraude. Se hace justicia a la democracia, a la naturaleza y a los pueblos que allí habitan.


Si gana el SI, habremos aportado a proteger el territorio a escala local, nacional y global. El Bloque ITT es territorio de pueblos en aislamiento voluntario, es un Parque Nacional, es zona de formación de nubes y de ríos voladores, es la zona más biodiversa del planeta y es regulador climático.


El día después de la consulta deberemos empezar una ruta por la restauración y la construcción de escenarios para el sumak kawsay. Avanzar con:

  • Una línea base sobre el cumplimiento de los derechos económicos sociales y culturales de las poblaciones que habitan la zona.

  • La identificación de las afectaciones a la naturaleza

  • Someter a escrutinio de universidades y expertos los Planes de Abandono que son requisito de las empresas en sus Estudios de Impacto Ambiental.

  • Convocar a los Gobiernos Locales, la Sociedad Civil y sobre todo las poblaciones locales, a participar activamente en los procesos de reparación.

Los procesos de reparación deben incluir condiciones para la restauración de flora y fauna silvestres. Cuando se cierren las fuentes de contaminación la selva volverá a repoblarse. Recuperaremos la salud del ecosistema a medida que se silencien los generadores y motores.


Para el desmantelamiento, reutilización y reubicación de la infraestructura petrolera, es necesario identificar el estado de la misma y el lugar donde se encuentran los materiales que ya no son utilizados y han sido abandonados en la zona.

La reparación tiene como meta y como necesidad el fortalecer el tejido social, la interculturalidad y la equidad en las sociedades para solucionar una amplia gama de necesidades.


La reparación solo será reparadora con la participación de todos y todas, incluyendo mujeres, jóvenes, ancianos, como actores fundamentales para entender, proponer y resguardar los territorios. La reparación solo será completa cuando los modelos de vida se enmarquen en la economía solidaria entre humanos y no humanos y en el cuidado de la vida.

El día después de la consulta realmente empieza la construcción de una utopía.

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